Un sueño sin patrocinador

"Atentos todos los empresarios de España. Aquí cabe su publicidad [señalando el pecho de la camiseta], y aquí atrás. En el pantalón también hay sitio", anuncia el presentador del acto, con la sonrisa cómplice y necesitada del presidente del Alcorcón, Julián Villena. La excusa es mostrar las camisetas que el Alcorcón lucirá la próxima temporada. El motivo real: hacer un nuevo llamamiento para aumentar el número de socios y, de paso, captar a ese anunciante que cuadre el presupuesto de un club al que su primer ascenso a Segunda División ha traído tantas alegrías en lo deportivo como quebraderos ...

"Atentos todos los empresarios de España. Aquí cabe su publicidad [señalando el pecho de la camiseta], y aquí atrás. En el pantalón también hay sitio", anuncia el presentador del acto, con la sonrisa cómplice y necesitada del presidente del Alcorcón, Julián Villena. La excusa es mostrar las camisetas que el Alcorcón lucirá la próxima temporada. El motivo real: hacer un nuevo llamamiento para aumentar el número de socios y, de paso, captar a ese anunciante que cuadre el presupuesto de un club al que su primer ascenso a Segunda División ha traído tantas alegrías en lo deportivo como quebraderos de cabeza en lo logístico.

El presupuesto de la pasada campaña -en Segunda B- era de 1,5 millones. El de esta se ha disparado a los cuatro, contando con un patrocinador que de momento no ha llegado. "Calculamos que estaría entre los 300.000 y los 400.000 euros", admite el presidente, lo que supone que cerca del 10% de las cuentas está aún en el aire.

El club busca un anunciante que le permita cuadrar las cuentas

El carácter humilde del club se deja notar en el acto, que también se aprovecha para mostrar el anuncio televisivo de captación de socios, el único que el Alcorcón ha realizado en su historia. Sobre una sencilla mesa se encuentra una televisión de pantalla plana que aún conserva puesta la etiqueta que anuncia sus bondades. Antes de la reproducción Villena pone sobre aviso a la concurrencia, compuesta por unas 200 personas. "Sabéis que no tenemos mucho dinero para estas cosas, pero yo creo que ha quedado bien". Sin embargo, habrá que esperar para conocer la opinión de los alcorconeros, ya que los rayos del sol, que se empieza a esconder, hacen que la imagen de la pantalla resulte invisible para todo el mundo. "Yo no sé vosotros, pero yo no he visto nada", reconoce el presidente al terminar el anuncio.

Sus 2.800 plazas se han quedado pequeñas, además de tener que amoldarse a las exigencias de la Liga de Fútbol Profesional (colocar tornos en los accesos, salidas de emergencia, etcétera). "Hemos financiado dos millones para ello", sostiene el concejal de Deportes del municipio, Fernando Clouté, a lo que Villena responde agradecido: "Y nosotros intentaremos gastar un poquito menos de eso". El presidente calcula empezar la Liga con unos 4.000 asientos, "5.000 es el objetivo final". La cifra de socios está cerca de los 2.000. "Llegar a los 2.500 sería fabuloso. Nosotros lo que necesitamos es apoyo, dinero nos sobra", defiende el presidente.

El acto termina sin grandes estruendos. Los jugadores del primer equipo que han hecho de modelos para las nuevas camisetas desaparecen tras unas escaleras mecánicas. Apenas 20 minutos después regresa David Sanz, delantero del equipo, vestido de calle. Recoge a tres chicas que esperan sentadas y los cuatro se adentran en el centro para dar una vuelta sin causar remolino alguno. Alcorcón vuelve a la normalidad, pero sigue viviendo un sueño.