Crimen por una discusión de tráfico

El supuesto agresor, un hombre de mucho genio

Ángel Ortega Somolinos, de 76 años, es "una persona retraída, introvertida y con mucho genio". Así lo describieron ayer sus dos hermanos, Dolores y Sixto, que desconocían el crimen que había cometido, supuestamente, su familiar. "Mantenía muy poca relación conmigo. Estuvo trabajando durante unos 25 años en el sur de África como mecánico ajustador y matricero. Después vino a España y se dedicó a cuidar de mi madre hasta que murió", relataba Dolores.

"¿Cómo siendo tan viejo ha podido hacer algo así? No entiendo cómo podía tener un arma y liarse a tiros", se preguntaba anoche la hermana. "...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

Ángel Ortega Somolinos, de 76 años, es "una persona retraída, introvertida y con mucho genio". Así lo describieron ayer sus dos hermanos, Dolores y Sixto, que desconocían el crimen que había cometido, supuestamente, su familiar. "Mantenía muy poca relación conmigo. Estuvo trabajando durante unos 25 años en el sur de África como mecánico ajustador y matricero. Después vino a España y se dedicó a cuidar de mi madre hasta que murió", relataba Dolores.

"¿Cómo siendo tan viejo ha podido hacer algo así? No entiendo cómo podía tener un arma y liarse a tiros", se preguntaba anoche la hermana. "Es una persona un poco rara. Siempre estaba callado delante de la familia, pero tiene un genio muy fuerte. Apenas hablaba conmigo y con mis hijas", añadía la familiar.

Segundo de cuatro hermanos, Ángel está soltero y sin hijos. "Nunca ha querido que supiéramos nada de él, ni siquiera donde vivía. Venía una vez a casa y estaba una o dos horas. Después se marchaba y no volvía a dar señales de vida hasta pasadas unas semanas", relató Sixto. La última vez que le vio fue el 15 de agosto. "Le encontré normal. No me dijo que le pasara nada ni que tuviera algún problema", añadió el hermano.

Lo que ninguno de los dos familiares llegaban a entender es cómo Ángel podía tener un revólver en su coche. Este tipo de armas solo pueden llevarlas las personas que las necesitan para su autoprotección (licencia de tipo B). Para ello es necesario acreditar que se sufre algún riesgo personal. Otra opción es practicar el tiro olímpico, pero en este caso solo pueden transportarse del domicilio del deportista a las galerías de tiro. Entretanto, debe guardarse en una caja fuerte.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Sobre la firma