Reportaje:

La última oportunidad de Benzema

Si no reacciona ante un motivador como Mourinho, el club le buscará una salida el próximo año

Dice Karim Benzema que este será su año. Que piensa marcar uno o dos goles por partido. Dicen en el club que le ven como siempre, "melancólico y aturdido". Que esa es su forma de ser, llueva, nieve, haga sol o mucho frío. Dicen en la dirección deportiva que José Mourinho es el último cartucho que les queda. Que si el delantero francés no se recupera trabajando a las órdenes de un motivador como el técnico portugués, se le buscará una salida en el mercado al final de la próxima temporada. De todos, el más optimista parece ser Iker Casillas, el nuevo capitán del Madrid que, a su llegada a Los Án...

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Dice Karim Benzema que este será su año. Que piensa marcar uno o dos goles por partido. Dicen en el club que le ven como siempre, "melancólico y aturdido". Que esa es su forma de ser, llueva, nieve, haga sol o mucho frío. Dicen en la dirección deportiva que José Mourinho es el último cartucho que les queda. Que si el delantero francés no se recupera trabajando a las órdenes de un motivador como el técnico portugués, se le buscará una salida en el mercado al final de la próxima temporada. De todos, el más optimista parece ser Iker Casillas, el nuevo capitán del Madrid que, a su llegada a Los Ángeles tras las vacaciones, dice haberse reencontrado con un Benzema distinto. "Karim ha venido diferente, le veo mucho mejor. Le acabo de decir que le he visto reírse más en los dos días que llevo aquí que en el último año", explica el portero. "Es que todo tiene su tiempo, lo fácil para Karim este año es que el grupo es muy joven", continúa Casillas.

Tardó seis meses en encontrar casa y alguno más en aprender castellano
"Tiene que ser su año porque no tenemos muchos delanteros", explican desde el club
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Lo fácil también es que el francés tendrá menos competencia. Con la marcha de Raúl solo quedan tres delanteros: Cristiano, Higuaín y él. Benzema tiene 22 años y el Madrid pagó por él 35 millones de euros el verano pasado. Tardó seis meses en encontrar casa y abandonar el Mirasierra Suites -el hotel de concentración del equipo- y unos cuantos más en aprender castellano. En diciembre, cuando el sorteo de los grupos para el Mundial de Sudáfrica, se sentó en la sala de prensa del Bernabéu al lado de los demás internacionales (Van der Vaart, Metzelder, Kaká y compañía) y era el único que llevaba cascos para la traducción simultánea. "Karim, ¿te estás enterando de algo?", le vacilaba Casillas.

Siempre se le ve caminar cabizbajo, solo -y cuando no, con Lass, el otro francés de la plantilla- y serio. Llegó a Valdebebas el primer día de trabajo con sobrepeso. Parece el mismo Benzema de la temporada pasada: flemático, apagado y poco peleón. El mismo Benzema que, nada más fichar por el Madrid y antes de acudir al Bernabéu para su presentación, se echó una siesta en el hotel.

"Este va a ser mi año. Es como si fuera el nuevo fichaje del Madrid. Ahora, cuando voy a entrar al campo, dentro de mi cabeza está marcar uno o dos goles por partido", declaró hace pocos días en una entrevista a La Sexta (el único medio con el que ha hablado, aparte de la tele del club). El verano pasado, en su primera rueda de prensa no dio cifras sobre cuántos goles marcaría. Se limitó a decir que era tímido y que se iría soltando poco a poco. En el campo no se soltó: fue de más a menos y eso que contó con la confianza de Manuel Pellegrini. El chileno lo intentó una y otra vez eligiéndole frente a Higuaín -fichaje de Ramón Calderón- hasta que no tuvo más remedio que sentarle en el banquillo.

En diciembre se mosqueó con el técnico por una suplencia (contra el Zurich en Champions) e intentó cancelar un acto publicitario antes del clásico en el Camp Nou. Se estrelló dos veces con el coche. Jugó 27 partidos pero solo 14 de titular y marcó 8 goles. Los últimos cinco partidos de Liga, por ejemplo, los vio desde el banquillo. Domenech le dejó fuera de la lista del Mundial y en el medio tuvo que ir a declarar a un juzgado francés por haber contratado presuntamente los servicios de una menor de edad junto a su compañero Ribery. "Ese asunto le ha dejado aturdido y tiene que ser capaz de reaccionar rápido. Tiene que ser su año sí o sí porque no hay muchos delanteros en el equipo", explican desde la dirección deportiva.

"No estoy nada decepcionado con mi temporada. Querría haberla empezado mejor pero es mi primer año y queda mucho tiempo", dijo Benzema en mayo en su última rueda de prensa antes de las vacaciones. Higuaín le ha echado un cable estos días en Los Ángeles. "Karim vino joven, potencial tiene. Ojalá este año esté bien. Si es así, mejor para nosotros". El Pipita también llegó joven al Madrid, con 20 años recién cumplidos. Benzema con 21. El argentino ha tenido una progresión espectacular en tres temporadas. Ahora se le ve maduro, hasta en las cosas que dice. Da la sensación de que se lo cree, de que por fin se siente titular. A Benzema, le siguen esperando.

Benzema, en un encuentro de la pasada temporada.ULY MARTÍN

Kaká, rumbo a Bélgica

Pasada la medianoche el Real Madrid comunicó en un escueto parte médico el viaje del jugador brasileño rumbo a Amberes para ser sometido a revisión por el doctor Marc Martens, especialista de confianza del Real Madrid y del propio jugador, ante "la sospecha de una posible lesión meniscal en la rodilla izquierda que podría precisar cirugía artroscópica". Ante la sorpresa general, a las 7.30 hora local de Los Ángeles (15.30 hora española), el mediapunta brasileño abandonó la pretemporada madridista acompañado del jefe de los servicios médicos del Real Madrid, Carlos Díez. Lejos de confirmarse su sempiterna pubalgia, "en clara mejoría" según dicho parte médico, la exploración médica descubrió la nueva lesión ahora en la rodilla.

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