Optimismo en Montilla-Moriles

A las tres de la madrugada de ayer comenzó la vendimia de las uvas de Montilla-Moriles, en Córdoba. Comienza así la primera vendimia europea. La cosecha se puso en marcha con la recogida de la uva para vino joven, de variedad Chardonay. Le seguirá la destinada a los tintos (amparados bajo la figura Vinos de la Tierra) y, entre el 15 y el 30 de agosto, se generalizará la recolección con la entrada del fruto estrella: la variedad Pedro Ximénez.

El gerente de la Denominación de Origen Montilla-Moriles estima que esta campaña presenta buenas perspectivas. "Esperamos recoger entre un 20% y u...

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A las tres de la madrugada de ayer comenzó la vendimia de las uvas de Montilla-Moriles, en Córdoba. Comienza así la primera vendimia europea. La cosecha se puso en marcha con la recogida de la uva para vino joven, de variedad Chardonay. Le seguirá la destinada a los tintos (amparados bajo la figura Vinos de la Tierra) y, entre el 15 y el 30 de agosto, se generalizará la recolección con la entrada del fruto estrella: la variedad Pedro Ximénez.

El gerente de la Denominación de Origen Montilla-Moriles estima que esta campaña presenta buenas perspectivas. "Esperamos recoger entre un 20% y un 30% más que el año pasado, cuando se recogieron casi 40 millones de kilos", explica. El gerente aspira a llegar a los "47, 48 ó 50 millones de kilos en esta campaña". Ello supondría unos 35 millones de litros de vino, aproximadamente.

La presente campaña sigue la dinámica de la anterior: menos extensión de cultivos pero más producción. Gracias a las ayudas de la Unión Europea para arrancar vides, los agricultores de la Denominación de Origen han plantado unas 300 hectáreas menos de viñedos con respecto a 2009. En total, las vides crecen en 6.200 hectáreas pertenecientes a 3.000 agricultores amparados bajo la Denominación de Origen. Otras 1.300 hectáreas se cultivan fuera de este consejo regulador. Garrido espera que la campaña genere entre 100.000 y 110.000 jornales.

De dos a tres millones de kilos se reservarán para la producción del vino dulce Pedro Ximénez, que se obtiene tras un proceso de pasificación de la uva que se desarrolla en esta zona vinícola debido a las condiciones climáticas de la campiña cordobesa, con altas temperaturas por el día y también por la noche, y con poca humedad, informa Efe.

La organización agraria Asaja opina "la calidad del fruto de esta campaña dará lugar, sin duda, a unos magníficos caldos". Con la variedad Pedro Ximénez se elaborarán los característicos vinos de Montilla-Moriles: los dulces Pedro Ximénez, los amontillados, los olorosos y los vinos jóvenes. Todos ellos amparados por la Denominación de Origen. Mientras que con la variedad chardonay se elaboran vinos jóvenes.

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