Los sanitarios objetores elegirán qué tipos de aborto no practican

Galicia es una de las primeras comunidades en tramitar la objeción de conciencia

Galicia ha acelerado el trámite para garantizar el derecho a la objeción de conciencia de los sanitarios que no deseen participar en la práctica de abortos. La Xunta es una de las escasas comunidades autónomas que ha comenzado a recabar información de médicos y otro personal sanitario sobre su posición contraria a la interrupción de embarazos. La Consellería de Sanidade distribuye desde hace días entre el personal sanitario público un cuestionario en el que informa a los profesionales de su derecho a la objeción y en el que los invita a que hagan constar a cuál de los cuatro tipos de aborto re...

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Galicia ha acelerado el trámite para garantizar el derecho a la objeción de conciencia de los sanitarios que no deseen participar en la práctica de abortos. La Xunta es una de las escasas comunidades autónomas que ha comenzado a recabar información de médicos y otro personal sanitario sobre su posición contraria a la interrupción de embarazos. La Consellería de Sanidade distribuye desde hace días entre el personal sanitario público un cuestionario en el que informa a los profesionales de su derecho a la objeción y en el que los invita a que hagan constar a cuál de los cuatro tipos de aborto recogidos en la ley objetan.

"Considerando que los supuestos de interrupción voluntaria del embarazo regulados legalmente son distintos y obedecen también a razones diferentes", Sanidade da la opción a los profesionales a que especifiquen "a qué prácticas concretas afecta la objeción". Los sanitarios tienen la opción de marcar ninguna, una o las casillas que consideren oportunas de los cuatro supuestos: por petición de la embarazada en las primeras 14 semanas de gestación; por causas médicas, antes de las 22 semanas y siempre que haya riesgo para la embarazada; por causas médicas, antes de las 22 semanas y siempre que haya riesgo de graves anomalías para el feto y por causas médicas, cuando se detecten anomalías fetales incompatibles con la vida o una enfermedad extremadamente grave e incurable del feto.

"Se trata de una objeción a la carta", califican fuentes del Gobierno central
Sanidade encuentra el procedimiento "absolutamente" normal

"Una objeción a la carta", califican fuentes gubernamentales que, aunque avalan la legalidad de la medida, muestran su sorpresa por la celeridad con la que la comunidad gallega -que incluye en la web de información sobre el aborto las recomendaciones del antiabortista Foro de la Familia- ha iniciado el trámite "en pleno periodo vacacional" de los sanitarios. Las mismas fuentes ven en esta iniciativa el intento de "las comunidades gobernadas por el PP" de poner obstáculos a la ley y temen que esta medida esté encaminada a presentar un "elevado índice" de objetores al aborto en la sanidad pública. La semana pasada, la presidenta de la comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, respaldó las declaraciones de su consejero de Sanidad, Javier Fernández-Lasquetty, quien advirtió de que "no hay profesionales en los hospitales públicos dispuestos a practicar esta intervención".

La sorpresa por las prisas de la Xunta en cumplimentar los trámites del derecho a la objeción de conciencia coinciden con el hecho de que se les inste a especificar a cuál de los supuestos objetan. "La Xunta se va a hacer con un registro de conciencia de los sanitarios". La Consellería de Sanidade encuentra "absolutamente normal" el procedimiento. Fuentes de este departamento de la Xunta sostienen que es la forma "natural" de garantizar el derecho de los sanitarios a la objeción de conciencia. "Y no hacemos más que lo que dice la ley", sostienen.

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La ley, efectivamente, recoge el derecho de los sanitarios a la objeción de conciencia, pero lo hace en términos generales y no desglosándolo en cada uno de los cuatro supuestos. De hecho, en el texto que la Consellería de Sanidade envía a los profesionales para que especifiquen sus opciones, consta que la ley "configura el modo de ejercicio de este derecho" e incluye el párrafo en el que se destaca que "el rechazo o negativa a realizar la intervención de interrupción del embarazo por razones de conciencia es una decisión siempre individual del personal sanitario directamente implicado en la realización de la interrupción voluntaria del embarazo que se debe manifestar anticipadamente y por escrito". Pero no figura que deban hacerlo "a la carta".

José Luis Doval, jefe del servicio de Ginecología del hospital ourensano, el único público de Galicia en el que se realizaban abortos hasta hace 5 años, se muestra partidario de la "objeción a la carta". En su opinión, la iniciativa de la Xunta supondrá en la práctica un mayor número de personal que acepte participar en las interrupciones de los embarazos. Doval sostiene que si la elección de la objeción fuera o todo o nada "habría mucho más personal que elegiría la objeción". "Si la elección de la objeción no fuera por supuestos, no podríamos hacer prácticamente ninguno", matiza el médico.

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