Tentaciones
VIDEOJUEGOS

El declive del imperio 'jugón'

Como si Ferran Adrià presentase en una feria gastronómica de vanguardia la bati-cao para seducir a los niños cuando todo el mundo esperase la fusión fría del cocido montañés para epatar a los sibaritas. Ese es el regusto que ha dejado el E3 de este año, la feria más importante del mundo de los videojuegos, celebrada en Los Ángeles. El centro del universo jugón ha estado dedicado en cuerpo y alma a la gente a la que le interesa un pimiento los videojuegos. Los jefazos de todo este negocio multimillonario se subieron al atril para presentar novedades que este año, lamentablemente, ...

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Como si Ferran Adrià presentase en una feria gastronómica de vanguardia la bati-cao para seducir a los niños cuando todo el mundo esperase la fusión fría del cocido montañés para epatar a los sibaritas. Ese es el regusto que ha dejado el E3 de este año, la feria más importante del mundo de los videojuegos, celebrada en Los Ángeles. El centro del universo jugón ha estado dedicado en cuerpo y alma a la gente a la que le interesa un pimiento los videojuegos. Los jefazos de todo este negocio multimillonario se subieron al atril para presentar novedades que este año, lamentablemente, no han sido muchas. Casi todas fueron anunciadas en la edición de 2009 (como PlayStation Move, las maracas que convierten a la PlayStation 3 en una Wii; o Kinect, el nombre comercial de Project Natal, el invento para jugar a la Xbox 360 sin mandos). Y la mayoría comparte el mismo espíritu: "convertir" a los que nunca se han acercado a una consola en usuarios y, por tanto, en dinero.

Dentro de estos inventos evangelizadores solo fueron realmente novedades la Nintendo 3DS (en la imagen), una consola portátil en tres dimensiones que no necesita de las horrorosas gafas para disfrutar de ese efecto óptico, y los juegos, también tridimensionales, para PlayStation 3. Los que han probado el último aparato de Nintendo solo pudieron balbucear sobre posibles pactos con Satán de Miyamoto, genio de la empresa japonesa (al que la feria Gamelab, que concluye hoy en Gijón, ha dedicado una exposición inédita), por haber creado tan revolucionario cacharro. Para los jugadores hardcore (así se llama a los aficionados de toda la vida en los estudios de mercado) solo hay títulos cuyo último apellido son números, como Gears of War 3, Killzone 3 o Dead Space 2. Una única novedad destacable para ellos: XCOM, un shooter en primera persona ambientado en los años cincuenta en el que los enemigos son una especie de mancha de chapapote extraterrestre.

Entre tanto maremágnum han podido pasar desapercibidos juegos tan interesantes como Tron (sí, el de la mítica película); NinoKuni, para PS3 (casi casi una película de manga interactiva), o Portal II, la continuación del mítico juego de puzles. Mención aparte merece Michael Jackson: el videojuego, que saldrá a la venta a finales de este año, una mezcla de karaoke y profesor de baile para hacer (y cantar) el Moonwalker en condiciones. n NÉSTOR PARRONDO

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Nintendo 3DS, la consola portatil en tres dimensiones, que no necesita gafas

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