La crisis de Factoría Naval amenaza con dejar en la calle a 1.300 obreros

Los proveedores buscan soluciones para cobrar parte de los 56 millones de deuda

La crisis de Factoría Naval ha hecho saltar todas las alarmas en Marín. El alcalde de la localidad pontevedresa, Franciso Veiga (PSdeG), calcula que unos 1.300 puestos de trabajo podrían estar en juego si fracasa el concurso de acreedores presentado el viernes por el astillero y termina en liquidación. "Ojalá me equivoque, pero creo que esto ha sido una maniobra de los accionistas para limpiar la empresa", asegura. La mayoría de los 350 sociedades con las que Factoría ha contraído deudas (de 56 millones de euros) son pymes de las rías de Pontevedra y Vigo.

"Han estado jugando con los pr...

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La crisis de Factoría Naval ha hecho saltar todas las alarmas en Marín. El alcalde de la localidad pontevedresa, Franciso Veiga (PSdeG), calcula que unos 1.300 puestos de trabajo podrían estar en juego si fracasa el concurso de acreedores presentado el viernes por el astillero y termina en liquidación. "Ojalá me equivoque, pero creo que esto ha sido una maniobra de los accionistas para limpiar la empresa", asegura. La mayoría de los 350 sociedades con las que Factoría ha contraído deudas (de 56 millones de euros) son pymes de las rías de Pontevedra y Vigo.

"Han estado jugando con los proveedores y los trabajadores para evitar la presión social y terminar presentando el concurso", dice el regidor. Apunta directamente a los dueños (José María Suescun, presidente de Corporación Dermoestética, Pablo Comesaña y Caixa Galicia), a los que espera que el Juzgado Mercantil investigue para depurar responsabilidades. "Se van a ir sin aportar los fondos necesarios para reflotar la empresa. Los 80 trabajadores van a estar tres meses sin cobrar por el ERE de suspensión que han presentado, que será de extinción si se confirma el camino que está tomando Factoría". Veiga incluso habla de la existencia de grupos de inversores que han querido entrar en el capital del astillero y a los que los actuales propietarios habrían cerrado el paso. Para él, la estrategia de la empresa se resume en la teoría del palo y la zanahoria: "Sólo así se explica que no se haya producido ni una sola movilización. Pero habrá que valorar cuál es la responsabilidad de la empresa ante las más de 1.000 familias afectadas".

Las empresas auxiliares apuestan por sacar adelante el astillero

Menos pesimistas, los accionistas y los acreedores se reunieron por separado ayer, el primer día hábil tras la presentación del concurso. Los segundos querían saber si el astillero seguirá apostando por la continuidad y aprovechará los acuerdos alcanzados hasta ahora o si por el contrario "van a tirar la toalla". Rafael Outeiral, gerente de Nodosa, uno de los principales afectados por la crisis de Factoría, no oculta que algunas empresas suministradoras con deudas importantes pincharán pronto. "Aunque para otras este proceso es un balón de oxígeno. Vamos a agotar todas las vías para sacar adelante la empresa". La voluntad se había traducido en compromisos concretos que ahora son papel mojado. Las empresas auxiliares renunciaban a cobrar el 33% de la deuda, unos 18,5 millones, en el preacuerdo alcanzado antes de la suspensión de pagos. Admitían ir cobrando el resto en varios plazos hasta 2011. El 90% de los suministradores suscribió el acuerdo que ahora podría servir de referencia para la propuesta de convenio que salga del concurso. Los accionistas, por su parte, siguieron sin confirmar ayer si su intención es reflotar la firma.

Otra reunión abordó ayer la crisis de Factoría, la de la ejecutiva comarcal de UGT. El municipio cuenta con poco más de 25.000 habitantes, y la crisis del naval acaba de provocar la zozobra de uno de sus pilares económicos. "Otro nicho de empleo está en la Administración, que emplea al 25% y que acaba de sufrir un importante recorte salarial. El tercero está en las auxiliares del automóvil, algunas en proceso de deslocalización. Y no hablemos de la construcción, en franca caída". La reflexión es del secretario comarcal del sindicato, Ramón Vidal Trillo, que insiste en que el problema del astillero podría solucionarse con un acuerdo con la armadora danesa Esvagt, que tiene pendientes la entrega de los dos buques mayores. Ese ha sido el argumento principal de la firma que dirige Juan Rodpide para presentar la suspensión de pagos.

"No es una crisis de anteayer, nosotros lo habíamos advertido hace meses", apunta desde CIG Marcos Conde. Cifra en un 70% la caída en el empleo en el naval de la comarca a causa de la pérdida de actividad en el astillero desde el mes de enero. "Ha habido muchos silencios de la empresa, muchas expectativas falsas", asegura. Unas promesas incumplidas que han retraído el consumo en toda la zona, según confirma el regidor socialista.

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