GASTRONOMÍA | LA SEMANA POR DELANTE

Ante la mar

Un espacioso local acoge desde hace poco tiempo a los hermanos José y Marcos Gómez, hosteleros profesionales pese a su juventud, habida cuenta de la tradición familiar que los precede.

José tiene en su haber ser sumiller finalista en el concurso Nariz de Oro en su edición de 2008, mientras que Marcos ha dedicado su actividad a la cocina, espacio en que ha conquistado también galardones, como el primer premio del concurso De la mar als fogons, amén de haber colaborado durante su preparación para el duro oficio que ejerce con Carme Ruscalleda, que como es bien sabido goza de justa fama y ...

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Un espacioso local acoge desde hace poco tiempo a los hermanos José y Marcos Gómez, hosteleros profesionales pese a su juventud, habida cuenta de la tradición familiar que los precede.

José tiene en su haber ser sumiller finalista en el concurso Nariz de Oro en su edición de 2008, mientras que Marcos ha dedicado su actividad a la cocina, espacio en que ha conquistado también galardones, como el primer premio del concurso De la mar als fogons, amén de haber colaborado durante su preparación para el duro oficio que ejerce con Carme Ruscalleda, que como es bien sabido goza de justa fama y tres estrellas de las que otorga la guía Michelin.

Para su desembarco en Valencia han apostado por una carta que hace honor al nombre, significándose en las especialidades marinas, que tratan con delicadeza y un punto de novedad. Las llamadas espardenyes -cohombros de mar- se presentan divididas en sus filamentos y acompañadas de una yema de huevo, que al desleírse en el caldo que las ha cocido, forma una especial salsa que recuerda al pil pil, lo cual les concede un punto de untuosidad sin castigar su peculiar sabor.

PUERTA DEL MAR

Calle Transits, 4. Valencia.

Teléfono 963 940 008

Las anémonas se fríen en una crujiente tempura, pero ajustado su tamaño mediante la división de las mismas hasta el punto que no presentan en su interior esa textura blanda y pegajosa que las hace difíciles de comer a muchos mortales.

Y para que el pez de San Pedro entregue todas sus virtudes, fríen hasta casi la consunción la parte comestible de sus cabezas, logrando un bocado jugoso que por momentos nos recuerda lo graso y sabroso de las anguilas.

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Carnes de calidad y los imprescindibles arroces -pollo y conejo, bacalao, negro, verduras o marisco- complementan el menú.

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