Reportaje:

Stoudemire, sin interrogantes

El pívot de Phoenix supera las críticas, un difícil entorno y dos graves lesiones

Si hay una carrera entre interrogantes esa es la de Amare Stoudemire. Desde que fue elegido en el noveno puesto del draft de 2002 por Phoenix, el pívot de 2,08 metros y 27 años siempre ha estado en el ojo del huracán. Era el atleta más impresionante de aquella promoción y el dueño de los Suns, Jerry Colangelo, comparó sus aptitudes con las que había visto pocos años antes en Kobe Bryant. Las dudas provenían del conflictivo entorno familiar de Stoud. Su padre, Hazell, falleció cuando él tenía 12 años. Su hermano mayor cumplió una condena de seis años de prisión por tráfico de drog...

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Si hay una carrera entre interrogantes esa es la de Amare Stoudemire. Desde que fue elegido en el noveno puesto del draft de 2002 por Phoenix, el pívot de 2,08 metros y 27 años siempre ha estado en el ojo del huracán. Era el atleta más impresionante de aquella promoción y el dueño de los Suns, Jerry Colangelo, comparó sus aptitudes con las que había visto pocos años antes en Kobe Bryant. Las dudas provenían del conflictivo entorno familiar de Stoud. Su padre, Hazell, falleció cuando él tenía 12 años. Su hermano mayor cumplió una condena de seis años de prisión por tráfico de drogas y abusos sexuales. Su madre Carrie fue arrestada en más de 20 ocasiones. A nadie le extrañó que la policía la detuviera de nuevo el pasado día 19, solo dos días antes de que empezará la final de la Conferencia Oeste entre los Suns y los Lakers, por conducir invadiendo el carril contrario y en estado de embriaguez. Todo se le juntaba a Stoudemire en un momento crucial, en su tercera final de Conferencia, con la necesidad de desmentir a las voces que le ponen en entredicho en una temporada en que acabará convirtiéndose en agente libre y podrá negociar, si lo desea, su salida de los Suns.

Su madre ha sido arrestada más de 20 veces, la última por conducir ebria

Esas voces volvieron a escucharse tras las derrotas de los Suns en Los Ángeles en dos partidos en los que sumó solo nueve rebotes y, junto a López y Frye, fue barrido por la batería de pívots de los Lakers, empezando por Pau Gasol y siguiendo por Andrew Bynum y Lamar Odom. "Ha sido una cuestión de suerte", dijo con sarcasmo Stoudemire cuando le preguntaron por el magnífico partido de Odom. Acto seguido reprendió a los especialistas. "Nunca cuestionen mi determinación y mi dedicación. Esa es una de las razones por las que he logrado recuperarme de mis lesiones: dedicarme al baloncesto al 100% todo el año".

Stoudemire sabe lo que significa sufrir también desde el punto de vista físico. En 2005 se operó dos veces de sendas lesiones de rodilla. Meses después era incapaz de jugar dos partidos seguidos y solo disputó tres oficiales esa temporada. "A los 23 años, me sentía en el declive. Me pasaba el tiempo simplemente recordando el jugador que había sido", recuerda. Pero se recuperó. En febrero del año pasado sufrió un desprendimiento de retina. Desde entonces juega con unas gafas de protección.

En el tercer partido, demostró que es capaz de hacer frente a los pívots de los Lakers. Igualó su récord anotador en los playoffs con 42 puntos y capturó 11 rebotes. Los Suns volvían a la senda que les permitió eliminar a Portland (4-2) y barrer a San Antonio (4-0). Volvieron a ganar el cuarto partido ante los Lakers (115-106), sobre todo gracias a sus reservas: Frye, Dudley, Dragic, Barbosa y Amundson. Stoudemire impuso su ley, especialmente ante Pau Gasol que sumó 15 puntos y cinco rebotes.

Durante el partido, el canal de televisión TNT emitió una entrevista con Barack Obama. El presidente de Estados Unidos expresó su admiración hacia Gasol: "Es diferente a Dwight Howard. Cuenta con un juego de pies increíble, velocidad, visión de juego. Está jugando magníficamente. Puede ser ahora mismo el mejor pívot de la Liga".

Gasol anota ante Stoudemire.AP

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