Factoría Naval de Marín esquiva el concurso de acreedores

En un mes tendrá que garantizar los pagos de su deuda

Parecía la única salida que le quedaba a Factoría Naval de Marín, pero un acuerdo con los proveedores ha evitado, al menos de momento, que suspenda pagos. El astillero pontevedrés, considerado como un referente para el sector en los años anteriores al inicio de la crisis, tiene una deuda superior a los 60 millones de euros. La mayoría de los más de 300 proveedores que el martes apoyaban una solución para Factoría Naval, han aceptado adherirse al plan de viabilidad si se comprometen garantías por escrito sobre el cobro de la deuda. Ese compromiso incluye el pago del 25% al contado (unos 14 mill...

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Parecía la única salida que le quedaba a Factoría Naval de Marín, pero un acuerdo con los proveedores ha evitado, al menos de momento, que suspenda pagos. El astillero pontevedrés, considerado como un referente para el sector en los años anteriores al inicio de la crisis, tiene una deuda superior a los 60 millones de euros. La mayoría de los más de 300 proveedores que el martes apoyaban una solución para Factoría Naval, han aceptado adherirse al plan de viabilidad si se comprometen garantías por escrito sobre el cobro de la deuda. Ese compromiso incluye el pago del 25% al contado (unos 14 millones) en el momento de la firma del acuerdo y el resto en anualidades que recibirán hasta 2012. Pero todo pasa por la presentación de esas garantías en el plazo de un mes, sin las que el astillero pontevedrés no podrá retomar su actividad.

El plan de viabilidad, muy cuestionado por la industria auxiliar, contempla la reanudación inmediata de las obras de construcción de los buques y la negociación con varios armadores para la aceptación de sobreprecios en algunos casos o la condonación de indemnizaciones por demora en otros. Caixa Galicia, accionista minoritario del astillero, ha asegurado que apoyará cualquier solución viable para la firma. No está tan claro cuál será el papel de sus principales propietarios: el dueño de Corporación Dermoestética, José María Suescum (con el 45% de las acciones), y el empresario gallego Pablo Comesaña, con otro paquete similar. El plan de viabilidad incluía un compromiso de ampliación de capital de 3,3 millones de euros.

La Xunta, a través de la Consellería de Economía, aportará garantías para los pagos a proveedores. La culpa de la situación del astillero, según coinciden en señalar fuentes de la industria, la tuvo la mala gestión del equipo directivo.

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