Reportaje:TALENTOS QUE ARRIESGAN | Carreras & capital humano

Movilidad total

Rodem comercializa sillas de ruedas todoterreno para discapacitados

En valenciano el vocablo rodem quiere decir rodemos y eso mismo es lo que Elies Soler, propietario de la firma de igual nombre, especializada en sillas de ruedas todoterreno, quiere ofrecer a otros discapacitados físicos como él: sillas de playa, ruedas todoterreno, accesorios para niños y tetrapléjicos..., y las llamadas handbikes, un ingenio que, adaptado a una silla de ruedas cualquiera, permite pedalear con las manos -"la fuerza se reparte, la estabilidad mejora y, de paso, aumenta la posibilidad de acceder, con la silla, a lugares que antes no eran accesibles", asegura.
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En valenciano el vocablo rodem quiere decir rodemos y eso mismo es lo que Elies Soler, propietario de la firma de igual nombre, especializada en sillas de ruedas todoterreno, quiere ofrecer a otros discapacitados físicos como él: sillas de playa, ruedas todoterreno, accesorios para niños y tetrapléjicos..., y las llamadas handbikes, un ingenio que, adaptado a una silla de ruedas cualquiera, permite pedalear con las manos -"la fuerza se reparte, la estabilidad mejora y, de paso, aumenta la posibilidad de acceder, con la silla, a lugares que antes no eran accesibles", asegura.

Aunque el emprendedor es oficialmente responsable, para España y Portugal, de la marca alemana Stricker Handbikes, fabricante del catálogo que comercializa Rodem, Soler no se conforma con ejercer una mera labor comercial. "Desde Rodem estamos en permanente contacto con la fábrica de Alemania, participando, con ideas, en el desarrollo de cada nuevo modelo".

Rodem es la distribuidora en España de Stricker Handbikes

No hay más que echarle un vistazo a la página web de la empresa (http://rodem.es) para descubrir que este empresario valenciano, hijo de agricultores y parapléjico desde los 17 años, no es persona capaz de quedarse quieta, de dejar que la vida pase ante sus ojos. Las fotografías colgadas en la página virtual de la empresa, y que muestra a Elies y a otros usuarios acompañados de su silla y en las más diversas situaciones -desde un recorrido por el Camino de Santiago a una participación en 1.000 kilómetros en silla de ruedas o unas vacaciones en los Alpes-, ponen de manifiesto su carácter luchador, algo que también vuelca en la forma de dirigir su compañía.

Las oficinas de Rodem se sitúan junto a un solar que sirve de improvisado campo de pruebas para los vehículos de la firma por su desigual suelo de tierra. Desde allí Soler dice que, sobre los discapacitados, hay muchos prejuicios -"muchos de ellos creados por nosotros mismos"- y que productos como los que comercializa su marca podrían ayudar a resolver. "Está demostrado que una discapacidad física no es motivo, hoy en día y con los adelantos que hay, para quedarse en casa. Existen medios más que suficientes como para poder seguir disfrutando de la playa, la montaña, el aire libre", mantiene convencido.

Elies es convincente en sus argumentaciones, "hay que romper el tópico de que una silla de ruedas sólo sirve para transitar por un terreno totalmente adaptado, liso, sin dificultad alguna. Igual que cuando uno va a correr se calza unas zapatillas, también hay que pensar que, por ejemplo, para ir a la montaña con una silla de ruedas no vale cualquier rueda...".

La relación de Soler con las handbikes es larga, tan larga como que comenzó en 1999, cuando estrenó una en un viaje de cicloturismo por Holanda. "Más de quinientos kilómetros en unos veinte días sobre mi propia silla y con la mochila a cuestas. Aquella primera handbike cambió mi forma de ver las cosas. Volví a ser independiente en todos los aspectos de mi vida", asegura.

A partir de aquel momento nació el proyecto de montar lo que, con el tiempo, sería Rodem. "La gente me paraba por la calle y me preguntaba cómo podían adquirir una. Entonces me di cuenta de que, dado que había que ir a Alemania para comprarla, quizás no fuera mala la idea de que yo mismo comercializara en España las handbike". La sencillez de instalación y uso parecía que iba a facilitar las cosas, como así fue: "La handbike se engancha a la parte delantera de la silla. De esta forma, las ruedecillas delanteras se levantan y la silla queda convertida en triciclo. Así uno no tiene que transferirse", explica el emprendedor. Cualquiera que haya convivido, o conviva, con alguien que va en silla de ruedas sabe lo engorroso y dificultoso de estas mudanzas de vehículo.

Con tres personas trabajando en Rodem, "dos a jornada completa y otra a media jornada", Elies puso en juego una apuesta personal: la plantilla de su empresa estaría formada por trabajadores con más de un 65% de discapacidad porque "se trata de demostrar que una persona con minusvalía puede desempeñar muchos trabajos, de igual forma que Rodem ha dejado claro que ir en silla de ruedas no impide, por ejemplo, ir a la playa o a la montaña". Y es que Elies es Rodem, como Rodem es Elies: un tándem todoterreno. -

Perfil

- Nacido en Valencia en 1979 y licenciado en Administración y Dirección de Empresas, Elies pudo asentar su negocio gracias al Premio Bancaja Emprendedores. "Fueron 10.000 euros que nos permitieron adquirir parte del suministro inicial que necesitábamos".

Proyectos

- Ampliar el catálogo de productos de Rodem, de manera que puedan ayudar a resolver un mayor número de necesidades de movilidad a las personas con discapacidad física.