Reportaje:

La dorada que mejor alimenta

El CSIC busca aglutinar la dieta mediterránea en peces 'modelados' en el Instituto de Acuicultura de Torre La Sal

Los llaman alimentos "funcionales". Y saludables. Y aseguran que buscando alternativas a la comida habitual lograrán que las doradas contengan los beneficios no sólo del pescado sino de buena parte de la dieta mediterránea, como puede ser el aceite de oliva.

El Instituto de Acuicultura de Torre La Sal, adscrito al Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), trabaja desde hace años, y entre otras cosas, en nutrición y endocrinología de peces. Su actividad investigadora, financiada por proyectos nacionales y europeos, se centra fundamentalmente en la dorada, pero también abord...

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Los llaman alimentos "funcionales". Y saludables. Y aseguran que buscando alternativas a la comida habitual lograrán que las doradas contengan los beneficios no sólo del pescado sino de buena parte de la dieta mediterránea, como puede ser el aceite de oliva.

El Instituto de Acuicultura de Torre La Sal, adscrito al Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), trabaja desde hace años, y entre otras cosas, en nutrición y endocrinología de peces. Su actividad investigadora, financiada por proyectos nacionales y europeos, se centra fundamentalmente en la dorada, pero también aborda estudios en otras especies marinas como la lubina, el rodaballo o el lenguado. Con su director, Jaume Pérez, a la cabeza, el instituto se ha convertido en referencia internacional por sus resultados con las doradas, unos peces, según Pérez, "fáciles de modelar". Y explica que éstas tienen un sistema digestivo muy conservativo que facilita que la ingesta de determinados alimentos no sufra modificaciones y sean, así, almacenados sin transformación, para llegar al consumidor con todas las características.

Su sistema digestivo retiene las características de los alimentos
La cría de los peces es más sostenible que la de otros animales

Harinas, aceites y vegetales son algunos de los elementos con los que alimentan a los animales que mantienen, como en hoteles de cinco estrellas, en las salas de cultivo. Cuidados desde que son pequeños, alimentados y con el seguimiento que permite un microchip que identifica 8.000 genes, analizan el desarrollo y evolución de los animales, así como las situaciones que les pueden producir estrés y alterar sus características de crecimiento. Las cubas de hacinamiento son uno de los sistemas que permiten comprobar la repercusión en el crecimiento de los peces. Y, de hecho, han determinado que dos gemelas criadas en lugares diferentes no son iguales, con lo que el entorno resulta crucial para la cría.

Jaume Pérez defiende el consumo de pescado. Asegura que la diferencia de sabor entre una dorada salvaje y una criada en granja es prácticamente imperceptible. Afirman que la cría de estos animales es mucho más sostenible que la de cualquier otro. "No consume agua y son más fáciles de mantener que los animales de tierra", explica. "Con el omega 3, reducen los riesgos cardiovasculares y favorecen el desarrollo neuronal y nervioso", añade, y destaca este tipo de "producción de elementos nutricionales" que, según dice, "harán cambiar la balanza de la producción alimenticia y decantarla por la marina".

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En cualquier caso, Pérez es consciente de que lo que han de mantener, sea cual sea la dieta que sigan las doradas que aglutinen tantas ventajas, es la percepción del consumidor. Para ello, trabajan con más de 300 animales a los que suministran diferentes alimentos y analizan resultados.

Ejemplares reproductores de dorada, en el Instituto de Acuicultura de Torre La Sal, en Torreblanca.ÀNGEL SÁNCHEZ

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