Reportaje:

Dos años escondido tras el crimen

Detenido un supuesto homicida que malvivía oculto en un monte de Estepona

Tenía la esperanza de que se olvidaran de él, pero no hubo suerte. El grupo de homicidios de la Guardia Civil de Málaga ha conseguido averiguar el paradero de un hombre que llevaba dos años escondido en un paraje de los montes de Estepona para evitar que le detuvieran por la muerte de una mujer de origen finlandés. El supuesto homicida, de 46 años y vecino de Estepona, trataba de mimetizarse con el paisaje, pero mientras él pasaba las noches en una caseta de animales desvencijada y se alimentaba de deshechos, los investigadores se le acercaban. Le arrestaron el pasado miércoles. El juez le ha ...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

Tenía la esperanza de que se olvidaran de él, pero no hubo suerte. El grupo de homicidios de la Guardia Civil de Málaga ha conseguido averiguar el paradero de un hombre que llevaba dos años escondido en un paraje de los montes de Estepona para evitar que le detuvieran por la muerte de una mujer de origen finlandés. El supuesto homicida, de 46 años y vecino de Estepona, trataba de mimetizarse con el paisaje, pero mientras él pasaba las noches en una caseta de animales desvencijada y se alimentaba de deshechos, los investigadores se le acercaban. Le arrestaron el pasado miércoles. El juez le ha enviado a prisión por el asesinato, adelantó ayer la cadena SER.

La víctima era vecina de una urbanización en la que el detenido, con antecedentes penales, trabajaba como operario. El cuerpo de la mujer fue descubierto en la playa de Sabinillas, de Manilva a unos 17 kilómetros de Estepona, la navidad de 2007. A pesar de que estaba muy descompuesto, los signos de violencia eran evidentes. Tenía dos heridas de arma blanca en la espalda, las muñecas atadas con cinta de embalar y una cuerda en el cuello. Según los investigadores, debieron arrojarla al mar anclada a algún tipo de peso, pero el temporal de lluvia y viento que azotó esos días la zona devolvió el cuerpo a la playa.

La alcaldesa de Manilva, Antonia Muñoz, descartó entonces que la mujer hubiera muerto por las lluvias y la Guardia Civil barajó la posibilidad de que el crimen se hubiera cometido a bastantes kilómetros y que las corrientes hubiesen desplazado el cadáver. El radio de búsqueda de la víctima se amplió fuera de la provincia de Málaga y pidieron ayuda para la identificación a las oficinas de Interpol, Europol y Sirene.

El domicilio de la víctima estaba más cerca de lo que pensaban. La fallecida vivía a menos de una veintena de kilómetros y tuvo la mala suerte de escoger una urbanización en la que trabajaba su supuesto homicida. Según los investigadores, su cuerpo estaba descuartizado en tres partes y le faltaba la pierna derecha. Unos paseantes la encontraron dos meses después en la playa de la Duquesa, junto al puerto deportivo de Estepona.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Sobre la firma

Archivado En