Los presidentes provinciales se refuerzan en los congresos locales del PP
Los tres presidentes provinciales del PP -Carlos Fabra en Castellón, Alfonso Rus en Valencia y José Joaquín Ripoll en Alicante- han aprovechado el terremoto provocado por el caso Gürtel, que en octubre obligó a Camps a modificar la cúpula regional del partido, para acelerar o ralentizar la celebración de los congresos locales.
En Castellón, Carlos Fabra, pese a sus problemas de salud, no ha tenido ninguna dificultad para ordenar su relevo en el partido y en las instituciones -fundamental mente en la Diputación-. Los congresos locales se han realizado de manera discreta y s...
Los tres presidentes provinciales del PP -Carlos Fabra en Castellón, Alfonso Rus en Valencia y José Joaquín Ripoll en Alicante- han aprovechado el terremoto provocado por el caso Gürtel, que en octubre obligó a Camps a modificar la cúpula regional del partido, para acelerar o ralentizar la celebración de los congresos locales.
En Castellón, Carlos Fabra, pese a sus problemas de salud, no ha tenido ninguna dificultad para ordenar su relevo en el partido y en las instituciones -fundamental mente en la Diputación-. Los congresos locales se han realizado de manera discreta y sin que se cuartease el poder provincial.
Alfonso Rus, en la provincia de Valencia, ha logrado acrecentar su poder orgánico. Las divisiones existentes se han solventado de manera discreta y, casi siempre, a favor de los partidarios de Rus.
El presidente provincial de Valencia -que ha contado con el asesoramiento del consejero y portavoz parlamentario, Rafael Blasco- ha consolidado al partido en ciudades como Gandia y Ontinyent, donde el PP estaba gobernado por gestoras desde hacía 11 años. Rus ha primado que los alcaldes o portavoces municipales ocupasen la presidencia local del partido. Y, donde no lo ha logrado, como en el caso de L'Eliana, ha aceptado un modelo de bicefalia como una fase de transición necesaria para renovar los próximos carteles municipales del PP.
Donde mayores problemas se ha encontrado el presidente del PP provincial de Valencia ha sido en las comarcas de L'Horta, donde en Alfafar, Almussafes y Alaquàs, entre otros, se han evidenciado divisiones entre dos o más candidatos. En la ciudad de Valencia, donde Rita Barberá ha colocado en la estructura local del PP a todo su equipo de gobierno municipal, Blasco ha logrado representación, de manera sorprendente, al colocar a su sobrino Sergio Blasco como secretario de Comunicación.
En Alicante, Ripoll ha optado por ralentizar la convocatoria de los congresos locales. En esta provincia es donde el secretario general, Antonio Clemente, se ha volcado para intentar reducir el peso de los zaplanistas. De los congresos celebrados se deduce que los campistas mejoran su influencia en ciudades medias o grandes -con excepciones como Cocentaina- pero no llegan a los municipios pequeños, donde Ripoll mantiene el bastión que le permite controlar la estructura provincial. Sin embargo, batallas capitales, como Alicante, Elche y Benidorm están a la espera de que se convoque el congreso local.