El asesino de Benahadux dejó una carta en la que confesaba el crimen

Antes de salir a cenar junto a su mujer, como solía hacer los sábados, Juan G., de 50 años y natural de Rioja (Almería), dejó en el dormitorio conyugal una carta dirigida a sus tres hijos. En la misiva, el hombre plasmó su intención de asesinar esa noche a su esposa, Carmen I., y de suicidarse después, además de instruir a sus hijos sobre el modo de proceder con el seguro de vida y la escritura de la vivienda familiar, situada en la pequeña localidad de Benahadux.

En medio de la tensión desatada por la tardanza en el regreso de sus padres, a los que creían víctimas de un accidente de tr...

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Antes de salir a cenar junto a su mujer, como solía hacer los sábados, Juan G., de 50 años y natural de Rioja (Almería), dejó en el dormitorio conyugal una carta dirigida a sus tres hijos. En la misiva, el hombre plasmó su intención de asesinar esa noche a su esposa, Carmen I., y de suicidarse después, además de instruir a sus hijos sobre el modo de proceder con el seguro de vida y la escritura de la vivienda familiar, situada en la pequeña localidad de Benahadux.

En medio de la tensión desatada por la tardanza en el regreso de sus padres, a los que creían víctimas de un accidente de tráfico, nadie cayó en la cuenta de la existencia del escrito hasta el mediodía del domingo. Unas horas después, la Guardia Civil confirmaba el hallazgo de los dos cuerpos en el interior de su vehículo, donde el hombre disparó a su esposa para, según el plan que narró, quitarse la vida. Un pastor que se encontraba en el paraje rural Los Tostones, en Lucainena de las Torres, localidad situada a unos 55 kilómetros de la residencia familiar del matrimonio, fue el que encontró sus cuerpos.

Ausencia de denuncias

La mujer, que llevaba casada con el autor del crimen desde hace 25 años, nunca había presentado denuncias de malos tratos. "Aparentemente era todo normal y nadie escuchó nunca peleas entre ellos", explicó el alcalde de Benahadux, Juan Jiménez, sobre el matrimonio, que tampoco atravesaba problemas económicos.

El crimen causó una gran conmoción en el pueblo en el que residía la familia, donde la víctima era muy conocida por pertenecer a la asociación de mujeres del municipio y por haber trabajado para el Ayuntamiento. En repulsa por su muerte se convocaron ayer concentraciones silenciosas en Almería y en Benahadux, donde se ofició el funeral conjunto por la pareja en el primero de los tres días de luto oficial decretados por la muerte de la mujer.

El Ministerio de Igualdad, que no ha catalogado por el momento como violencia machista la muerte de esta mujer, instó a que se extremen las precauciones en épocas vacacionales como la Semana Santa, en las que aumenta el riesgo de episodios de violencia machista.

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