"No soy un montón de músculos"

Pese a ser el futbolista que más faltas comete del Getafe (40), Derek Boateng no percibe su trabajo como el del clásico pivote defensivo africano. "Es cierto que de mi continente salen muchos jugadores fuertes y duros, ideales para luchar el balón en el centro del campo, pero no deja de ser un estereotipo. Yo no soy solamente un montón de músculos. Soy algo más. Me gusta tocar el balón, disfrutar con él", se define el centrocampista ghanés (Accra, 26 años), que ha firmado por cuatro temporadas. "Y cómo la toca, ¿eh? Sabe de esto, a nosotros no nos ha extrañado porque lo que hace ahora lo hace ...

Pese a ser el futbolista que más faltas comete del Getafe (40), Derek Boateng no percibe su trabajo como el del clásico pivote defensivo africano. "Es cierto que de mi continente salen muchos jugadores fuertes y duros, ideales para luchar el balón en el centro del campo, pero no deja de ser un estereotipo. Yo no soy solamente un montón de músculos. Soy algo más. Me gusta tocar el balón, disfrutar con él", se define el centrocampista ghanés (Accra, 26 años), que ha firmado por cuatro temporadas. "Y cómo la toca, ¿eh? Sabe de esto, a nosotros no nos ha extrañado porque lo que hace ahora lo hace desde el primer entrenamiento", apunta el lateral David Cortés.

En apenas seis meses y sin hablar una sola palabra de castellano -el cuerpo técnico le explica sus funciones en inglés, con Belenguer y Celestini siempre al quite- Boateng se ha convertido en un jugador "fundamental" para el Getafe. Lo dice el propio Míchel: "Nos aporta control en la medular con el añadido de que, debajo de su físico imponente, se esconde un futbolista con recursos técnicos". "En mis comienzos fui delantero, y aprendí mucho de esa posición. Arriba no sólo te dedicas a chutar a puerta, también debes presionar la salida del rival, recuperar la pelota y, en ese caso, iniciar tú mismo la jugada... Todo eso trato de aplicarlo con Casquero o quien corresponda a mi lado", interviene Boateng.

"Por la forma de jugar se nota que Cristiano y Messi tienen caracteres opuestos"

Su actuación en el Mundial juvenil de 2001, en el que Ghana fue subcampeona por detrás de Argentina, la anfitriona, encandiló al Panathinaikos, que le fichó por un millón de euros. "Después de iniciarme en una academia de mi país que me pagaba la ropa y las botas, ése fue el primer impulso serio a mi carrera", dice el medio, al que quiso el Middlesbrough pero la Football Association no dio el permiso de trabajo. Imposible el premio de la Premier League, Boateng hizo sus pinitos en el OFI Creta, el AIK Solna, el Beitar Jerusalén y el Colonia, donde el director deportivo, Toni Muñoz, le echó el ojo. "Suenan a clubes sin mucho pedigrí, pero con él cubriéndome las espaldas sé que puedo dedicarme a lo mío sin miedo, a desbordar y tratar de ponerles el gol a los compañeros", afirma Pedro León, que cuenta con el récord de centros esta temporada en un partido de Liga (27).

"Es un fenómeno en todos los aspectos, tapando huecos cuando atacamos, o sea, muchas veces, y haciendo piña en el vestuario", asevera el segundo de Míchel, Juan Eduardo Esnáider. "Con él el equipo se muestra consistente", agrega Míchel, que ha hecho a Boateng partícipe de su plan para derrocar al Madrid esta noche. "No debemos preguntarnos cómo pararles, pensar así es una falta de respeto para nosotros. Hay que crear, no destruir", apostilla Boateng.

Tan seguro y piadoso se muestra Boateng -reza por los contrarios "para que no se lesionen"- que ni siquiera tuerce el gesto cuando le recitan a la plantilla que gobierna Manuel Pellegrini: "Cristiano es un gran jugador pero distinto a Messi... En su segundo gol al Zaragoza me quedé paralizado delante del televisor. Uno es potencia, el otro velocidad. Se nota, por su forma de jugar, que tienen dos caracteres opuestos".