Crítica:GASTRONOMÍA | LA SEMANA POR DELANTE

Contrapunto

Una bonita casa con varios comedores, impregnados de suavidad por un estilo decorativo agradable, logrado mediante un mobiliario que propende a lo clásico, se ve alterada aquí y allá por obras de arte contemporáneas, que dan un contrapunto a la imagen del local. Las obras del escultor Javier Mascaró modifican el entorno.

Igual sucede con la gastronomía que practican en este restaurante, en la que a partir de materiales clásicos y conceptos tradicionales bien aprendidos, se practica una culinaria mediterránea, tanto por las primeras materias como por sus preparaciones, que se ve sorprend...

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Una bonita casa con varios comedores, impregnados de suavidad por un estilo decorativo agradable, logrado mediante un mobiliario que propende a lo clásico, se ve alterada aquí y allá por obras de arte contemporáneas, que dan un contrapunto a la imagen del local. Las obras del escultor Javier Mascaró modifican el entorno.

Igual sucede con la gastronomía que practican en este restaurante, en la que a partir de materiales clásicos y conceptos tradicionales bien aprendidos, se practica una culinaria mediterránea, tanto por las primeras materias como por sus preparaciones, que se ve sorprendida y alterada por la inclusión de conceptos, cocciones y productos que hasta ahora le eran ajenos.

Alfonso Egea, patrono y cocinero jefe, ha construido su cocina con esta tendencia -que ahora es moda- desde hace largos años, y ahora se aprecian los frutos del trabajo en lo sutil y ajustado de sus composiciones.

Son habituales en la carta las gambas, que cocina con ajos y ñoras, o las salazones -que aliña con nabo Daikon- así como otros lujos llamados langostas y bogavantes, acompañados de crema de alubias y morcilla; también brillante el tratamiento a una exquisitez como las espardenyes, que saltea después de haberlas desmenuzado siguiendo el hilo de las estrías que las forman, para después mezclarlas con algunas setas perfumadas con jamón, formando un plato que impresiona.

Entre las nuevas creaciones a destacar el pargo con salsa de sepias y guisantes, cuyo sabor recuerda algunas de las tradiciones de la zona, cercana al mar y lindando con otras culturas en las que prima la verdura; y los huevos escasamente cocidos -mollets- después de ser rodeados de papel film -que impide que su sabor se devalúe en contacto con el agua de la cocción- a los que aportan sabor los tacos de foie; y sal, las huevas del esturión.

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