Reportaje:

Alonso Cano, de visita en Jaén

Una muestra exhibe en la catedral parte del legado de la familia Gómez-Moreno

Entre las piedras nobles de las galerías altas de la catedral de Jaén brillan con luz propia algunas de las obras más significativas de Alonso Cano, uno de los grandes maestros del Barroco español. Se trata de pinturas y esculturas que forman parte del legado de la familia Gómez-Moreno y que ahora pueden contemplarse en Jaén hasta el 30 de abril. La muestra, organizada por la Fundación Rodríguez-Acosta y Caja Rural de Jaén, pretende dejar constancia de todas las facetas artísticas de Cano. Presenta pintura, escultura, grabados y bocetos arquitectónicos, dejando así patente el carácter multidis...

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Entre las piedras nobles de las galerías altas de la catedral de Jaén brillan con luz propia algunas de las obras más significativas de Alonso Cano, uno de los grandes maestros del Barroco español. Se trata de pinturas y esculturas que forman parte del legado de la familia Gómez-Moreno y que ahora pueden contemplarse en Jaén hasta el 30 de abril. La muestra, organizada por la Fundación Rodríguez-Acosta y Caja Rural de Jaén, pretende dejar constancia de todas las facetas artísticas de Cano. Presenta pintura, escultura, grabados y bocetos arquitectónicos, dejando así patente el carácter multidisciplinar de la obra del artista granadino.

Pero su principal atractivo son las piezas del legado Gómez-Moreno tras las intervenciones que han mejorado su estado de conservación. De las cuatro piezas de Cano que conserva ese legado, tres han sido restauradas recientemente: el lienzo Milagro de Santo Domingo en Soriano (1652-1667) y las esculturas San Diego de Alcalá (1652-1657) y San Antonio de Padua con el Niño Jesús (1660-1667). Otra obra, el pequeño lienzo Circuncisión del Niño Jesús (1645), había sido restaurada con anterioridad.

Dos lienzos y dos esculturas se exponen tras su restauración

El comisario de la muestra, Javier Moya, resaltó que en Milagro de Santo Domingo en Soriano, Cano "plasmó un tema muy barroco, el momento justo de la experiencia mística, con un gran dominio iconográfico y técnico". En la talla San Antonio de Padua con el Niño Jesús queda patente "la increíble técnica y precisión con la que Cano talla la pequeña pieza de madera dejando la tabla increíblemente fina en algunas partes, como en el hábito del monje".

En la escultura San Diego de Alcalá, Cano "hace alarde de su extraordinaria maestría para conciliar belleza formal y naturalismo". Sobre el lienzo Circuncisión del Niño Jesús, el comisario destaca que "está pintado magistralmente, con una técnica poco frecuente entre los maestros del siglo XVII: la grisalla".

Además de las cuatro obras originales del artista granadino, la exposición exhibe siete dibujos que, aunque no proceden de su mano, mantienen el recuerdo del que posiblemente fue el último gran empeño del maestro: la traza para la fachada de la catedral de Granada, creada cuatro meses antes de su muerte. Con ellos se relaciona la copia de otro dibujo perdido de Cano: Aparición del Niño Jesús a San Antonio de Padua, que se exhibe por vez primera, al igual que el ejemplar de El parnaso español y musas castellanas, de Francisco de Quevedo, con estampas sobre dibujos de Cano, en la edición de 1659. La exposición incluye, además, otros testimonios más modernos relacionados con la producción del artista, fundamentalmente copias y réplicas de obras suyas realizadas en los siglos XVIII y XIX, así como ejemplares de los artículos y libros que le dedicaron miembros de la familia Gómez-Moreno.

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El deán de la catedral de Jaén, Francisco Juan Martínez Rojas, destacó que las características de las galerías altas del templo renacentista realzan la contemplación de la obra de Cano. Esta muestra coincide con el 350º aniversario de la consagración de la catedral jiennense, que aspira a su declaración como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.

Javier Moya, comisario de la muestra, ayer en la catedral de Jaén junto a la escultura San Diego de Alcalá, de Alonso Cano.José manuel Pedrosa

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