La voz conciliadora
Rosa Torres (Antequera, Málaga, 1959), consejera de Cultura desde 2004, será la próxima presidenta del PSOE andaluz. Esa persona que el presidente de la Junta y futuro secretario general del PSOE andaluz, José Antonio Griñán, buscaba para mantener el contacto entre el partido y la ciudadanía, milita en el PSOE desde 1983, ha tenido cargos orgánicos en el partido y, además, ha pasado por las tres administraciones.
Tolerante, conciliadora, cercana, disciplinada, amable y, sobre todo, prudente son adjetivos que se repiten cuando las personas de su entorno tratan de definirla. Cuentan que, ...
Rosa Torres (Antequera, Málaga, 1959), consejera de Cultura desde 2004, será la próxima presidenta del PSOE andaluz. Esa persona que el presidente de la Junta y futuro secretario general del PSOE andaluz, José Antonio Griñán, buscaba para mantener el contacto entre el partido y la ciudadanía, milita en el PSOE desde 1983, ha tenido cargos orgánicos en el partido y, además, ha pasado por las tres administraciones.
Tolerante, conciliadora, cercana, disciplinada, amable y, sobre todo, prudente son adjetivos que se repiten cuando las personas de su entorno tratan de definirla. Cuentan que, a pesar de ser una luchadora nata, nadie la ha oído levantar la voz en los casi 25 años que lleva desempeñando cargos públicos. A esta mujer, tranquila y familiar que se entusiasma hablando de su nieta María, de tres años, su círculo más cercano la llama doña Prudencia. "A veces es excesivamente prudente, algo que es una virtud pero que puede llegar a convertirse en un defecto", comenta uno de sus colaboradores.
Rosa Torres, maestra con tres hijos, una nieta y otro en camino, comenzó su carrera política siendo concejal del Ayuntamiento de su pueblo, Antequera, en 1986 y desempeñó responsabilidades en áreas de Educación, Vivienda, Consumo, Sanidad y Cultura. Entre 1990 y 1994 fue diputada provincial y asumió competencias primero en Bienestar Social y, después, en Cultura. De la Diputación de Málaga pasó a la Junta y fue delegada provincial de Cultura durante las dos legislaturas en las que Carmen Calvo fue consejera de Cultura, de 1996 a 2004. Fue la misma Calvo quien apostó por ella como su sustituta, especialmente tras el trabajo de Torres en la puesta en marcha del Museo Picasso en Málaga.
Con un estilo totalmente distinto al de su predecesora, Rosa Torres se ha mantenido siempre en un segundo plano. En su gestión destaca la presencia de Andalucía, como región invitada, en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara (México) en 2006; el programa Iniciarte dedicado a los jóvenes creadores o el proyecto Andalucía Barroca, que ha aunado la rehabilitación de monumentos, su estudio en un gran congreso internacional y la divulgación de ese patrimonio a través de rutas turísticas.
Dentro del partido ha sido secretaria de organización del PSOE de Málaga y miembro del comité director andaluz. Además, en las últimas elecciones autonómicas fue elegida parlamentaria por Málaga.
"Rosa Torres es esa persona amable que el presidente quiere para el partido. Contundente en sus ideas, pero siempre con buen talante, sin subir el tono de voz. Su principal virtud es la constancia, aunque puede llegar a ser demasiado tranquila. Le falta un poquito de temperamento", dice otra persona cercana a la todavía consejera a quien, semanas antes del congreso del PSOE andaluz, los mentideros la ubicaban como candidata a la alcaldía de Antequera.
"No hay decisiones de Rosa Torres, sino de su equipo. Ella cuenta con todos, tanto en la toma de decisiones, como en su ejecución. Delega tanto que, incluso, deja a la gente equivocarse porque eso forma parte del aprendizaje y ella nunca ha dejado de ser maestra", resume alguien muy cercano a Rosa Torres, la mujer de la sonrisa.