Tentaciones
Reportaje:CINE

El cine más mini del mundo

Sus creadores piensan que el aspecto exterior de Puck, que es el cine más pequeño del mundo, activa en el imaginario de sus espectadores ecos de la casita de chocolate de los cuentos infantiles. Puck es una caravana cuya carrocería estalla en formas y colores pop: casi una versión preescolar e inocente del autocar psicodélico de Ken Kesey. Cuando la caravana extiende los biombos para guarecer su proyector, su silueta puede recordar de lejos a la de un elefante. En el interior sólo caben siete espectadores, sumergidos, eso sí, en un entorno mágico, con suelo de césped artificial iluminado con l...

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Sus creadores piensan que el aspecto exterior de Puck, que es el cine más pequeño del mundo, activa en el imaginario de sus espectadores ecos de la casita de chocolate de los cuentos infantiles. Puck es una caravana cuya carrocería estalla en formas y colores pop: casi una versión preescolar e inocente del autocar psicodélico de Ken Kesey. Cuando la caravana extiende los biombos para guarecer su proyector, su silueta puede recordar de lejos a la de un elefante. En el interior sólo caben siete espectadores, sumergidos, eso sí, en un entorno mágico, con suelo de césped artificial iluminado con luces de colores y butacas que simulan ser troncos de árbol. La programación está compuesta exclusivamente por cortometrajes de animación: de la nana multicolor de It's a big world, de Hisinping Pan, a la estilizada odisea de un monstruo cíclope en busca de su segundo ojo de An eye for Annaï, de Dan Rodrigues y Jon Klassen, sin olvidar el irreverente humor pos-Tex Avery concentrado en Pic Pic et André, de los belgas Vincent Patar y Stéphane Aubier.

"Si se pueden transformar espacios urbanosen espacios de juego, quizá el cine también"

Puck Cinema es el sueño hecho realidad del ilustrador, diseñador gráfico y animador Carles Porta y de Toni Tomás, profesional del teatro de calle y creador de instalaciones capaces de transformar cualquier espacio público en zona de juegos. "Puck es una forma de enseñar a los demás el tipo de cine que me parece maravilloso. El cine de autor. Y de hacerlo de una forma completamente nueva", señala Carles Porta. "Puck nace de mi propia experiencia como realizador y de mi relación con la Muestra Internacional de Cine de Animación de Cataluña (Animac), celebrada en Lérida. Tenía la desagradable sensación de que, al final, siempre somos los mismos en este tipo de eventos. De que esa fiesta de la animación, que es lo que debería ser un festival, se convierte en algo demasiado exclusivo y cerrado. Formamos parte de un medio de expresión que dispone de muy pocas maneras de llegar al público, y eso es especialmente triste cuando para un autor es tan costosa y sacrificada la realización de un corto. De alguna forma inspirado por el trabajo de Toni Tomàs, pensé que si él podía transformar los espacios urbanos en espacios de juego, quizá era posible hacer lo mismo con el cine".

El proyecto puede recordar a la experiencia soviética del Cine-Tren de Alexander Medevkin —que reciclaba los vagones ferroviarios en laboratorios de creación cinematográfica y provisionales salas de proyección—, pero Puck Cinema tiene más en cuenta los referentes de los viejos cines ambulantes, las proyecciones veraniegas al aire libre o las barracas de feria. "Nos gustaría poder crear un fondo con películas de muchos realizadores que apreciamos, pero que son más difíciles de incluir en el programa, por tener un tono más experimental. Como el trabajo de Laboratorium, Dani Forniguera, Marcel Pie Barba y muchos otros", añade Porta. En su web —www.puckcinema.com— puede consultarse el calendario donde se detallan los futuros itinerarios de este edén cinéfilo en ruta.

Mar, la hija de uno de los responsables de Puck Cinema, posa junto a la caravana. ANTONIETA GINÉ

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