Reportaje:

El espejo de Carlos Iglesias

El director está al frente del rodaje en Sevilla de 'Ispansi! (¡Españoles!)'

En uno de los salones del palacio de Monsalves sonaba ayer, una y otra vez, el Ave María, de Gounod, interpretada por una voz angelical, la de Olmo Heredia, un niño almeriense de 14 años sobre el que estaban clavadas todas las miradas del respetable. Y es que el palacio sevillano, ejemplo de la arquitectura neomudéjar y regionalista gracias a la intervención de Aníbal González, albergó ayer una fiesta muy especial. La que la alta y biempensante sociedad le ofreció a una de sus hijas pródigas, Paula, cuando volvió de Rusia en 1956. Ella, que lo deja todo por el amor a un hijo ilegítimo a...

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En uno de los salones del palacio de Monsalves sonaba ayer, una y otra vez, el Ave María, de Gounod, interpretada por una voz angelical, la de Olmo Heredia, un niño almeriense de 14 años sobre el que estaban clavadas todas las miradas del respetable. Y es que el palacio sevillano, ejemplo de la arquitectura neomudéjar y regionalista gracias a la intervención de Aníbal González, albergó ayer una fiesta muy especial. La que la alta y biempensante sociedad le ofreció a una de sus hijas pródigas, Paula, cuando volvió de Rusia en 1956. Ella, que lo deja todo por el amor a un hijo ilegítimo al que tiene que esconder, es Esther Díaz Soto y la fiesta es parte del rodaje de Ispansi! (¡Españoles!), la segunda película que dirige y protagoniza Carlos Iglesias, después de Un franco, 14 pesetas (2006), cinta que se ha convertido en referente en el tema de la emigración española de los sesenta.

"He puesto un espejo delante de nosotros para ver cómo somos"
La cinta aborda la odisea de los niños de la guerra hasta llegar a la URSS

"Dicen que la segunda película se parece mucho a la primera. Yo quería mantener el cordón umbilical entre ambas, sobre todo porque la primera me dejó un buen sabor de boca. He puesto un espejo delante de nosotros para ver cómo somos", comentó ayer Carlos Iglesias en uno de los recesos del rodaje que reunió en Monsalves -justo antes de que se inicien las obras de ampliación del Museo de Bellas Artes- a más de un centenar de personas.

"Es una película sobre los niños de la guerra -sobre los 3.000 niños que la República envió a la Unión Soviética para protegerlos de los bombardeos cuando comenzó la Guerra Civil-, pero también sobre los adultos que les acompañaron en esa odisea de forma voluntaria para enterrarse en vida en Rusia", explica Carlos Iglesias, quien da vida a Álvaro, un comisario político del Partido Comunista de España que vive una historia de amor con Paula.

Ispansi! (¡Españoles!), coproducido por la productora sevillana Maestranza Films, 1 Franco 14 Pesetas y Saga Production, comenzó a rodarse hace siete semanas en Suiza, donde recrearon los nevados paisajes de la antigua URSS, y el equipo se trasladó a Sevilla a principios de este mes. "Estaremos en Sevilla hasta mediados de marzo y rodaremos también en el Real Alcázar, en una iglesia de Carmona y en las afueras de Dos Hermanas. El trabajo en Suiza ha sido muy duro, pero gratificante. A pesar de las bajas temperaturas, que un día llegaron hasta 28 grados bajo cero, nadie se quejaba. Había muy buena sintonía entre el equipo", asegura el productor Antonio Pérez, director de Maestranza Films.

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La película, cuyo preestreno será este otoño en Sevilla, tiene un presupuesto de cinco millones de euros. "Es un presupuesto alto para el cine español y, en esta época de crisis, es todo un lujo", añade Pérez.

"Los personajes que ha creado Carlos [Iglesias] no son ni buenos, ni malos; sino un poco shakesperianos. Se desarrollan en distintas situaciones, políticas y sociales; pero desde el más facha hasta el más rojo tiene un gran corazón y vive en el bando en el que le ha tocado", dice Iñaki Guevara, quien encarna a Jorge, hermano de Paula y oficial fascista.

"El gran valor del guión es que está escrito desde el punto de vista humano. Mi personaje es una falangista de derechas, pero en realidad la vemos como a una mujer con una vida llena de dramas que podría estar tanto de un lado, como del otro. Es una forma muy justa de abordar el tema de las dos Españas", afirma Esther Díaz Soto, todavía emocionada después de rodar la escena en la que todos sus invitados están ensimismados con la interpretación del Ave María, mientras que a ella se le llenan los ojos de lágrimas pensando en lo que dejó en Rusia. "Hoy es el único día en que estamos guapos, el resto de la película vamos hechos unos zarrapastrosos", aclara la actriz.

"La historia nació de las anécdotas que nos contaba uno de mis profesores de interpretación, Ángel Gutiérrez, El ruso, que fue niño de la guerra. Además, es una etapa de nuestra historia que no se había contado en ficción", aclara Iglesias, quien en esta ocasión es además coproductor del filme a través de su productora 1 Franco 14 Pesetas.

"El proyecto tiene varias etapas. Documentarse y escribir el guión es maravilloso; luego viene lo terrible, que es conseguir el dinero y, ahora, la parte más bella que es realizar la película", resume Carlos Iglesias.

Esther Díaz Soto (primera a la izquierda) y el resto del equipo atienden a las indicaciones de Carlos Iglesias, a la derecha, ayer en Sevilla.Pérez Cabo

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