El triple salto mortal de Martín Cuenca

El director de cine Manuel Martín Cuenca finalizó ayer en Almería el rodaje de La mitad de Óscar, un arriesgado thriller emocional con pinceladas de tragedia clásica con el que regresa a la ficción tras La flaqueza del bolchevique (2003) y Malas temporadas (2005). Acostumbrado a retratar la complejidad de las relaciones, el cineasta ahonda en este proyecto, el menos convencional de los que ha firmado, en la relación a tres de dos hermanos y la pareja de uno de ellos.

Los actores Rodrigo Sáenz, Verónica Echegui y Dennis Deyri dan vida en la gran pantalla a est...

El director de cine Manuel Martín Cuenca finalizó ayer en Almería el rodaje de La mitad de Óscar, un arriesgado thriller emocional con pinceladas de tragedia clásica con el que regresa a la ficción tras La flaqueza del bolchevique (2003) y Malas temporadas (2005). Acostumbrado a retratar la complejidad de las relaciones, el cineasta ahonda en este proyecto, el menos convencional de los que ha firmado, en la relación a tres de dos hermanos y la pareja de uno de ellos.

Los actores Rodrigo Sáenz, Verónica Echegui y Dennis Deyri dan vida en la gran pantalla a este trío. En el reparto se ha colado un agricultor almeriense de 58 años que se estrena en el cine para encarnar a uno de los personajes secundarios.

"La historia se sitúa en un lugar límite de tragedia y 'western' clásico"

"Es una historia compleja y difícil de contar, de que salga. Una especie de triple salto mortal", explica el director en un alto del rodaje, que le ha mantenido desde principios de febrero atrapado en su provincia natal. En Cabo de Gata, El Cañarete y otros de sus rincones más representativos se desarrolló hasta ayer el rodaje previsto en cinco semanas, plazo que se ha cumplido pese a que la lluvia no ha dado tregua al equipo de esta película, pensada y diseñada para Almería.

Muchos cineastas hicieron de esta tierra de cine el destino idóneo para recrear otros mundos. Atraído, sin embargo, por su idiosincrasia como lugar de frontera, Martín Cuenca la ha convertido en parte esencial de su historia. "La frontera aquí está en el paisaje, en el rostro de la gente, en esa dureza del almeriense. Todo esto se refleja en los protagonistas de la historia, que se sitúa en la frontera del mundo europeo, en un lugar límite de tragedia y western clásico". En él se refugia la pareja de hermanos que protagoniza el filme, que se queda coja cuando ella se va a Francia y corta toda relación con Óscar, un personaje "solitario y duro" que se ocupa de la vigilancia de las salinas de Cabo de Gata.

Con la muerte del único familiar de esta pareja y el retorno junto a su marido del personaje interpretado por Verónica Echegui, arranca la verdadera trama de La mitad de Óscar. "A partir de ahí se va descubriendo la historia de estos tres personajes, una historia que ellos tratan de ocultar durante toda la película", avanza Martín Cuenca sobre un proyecto que aborda sin titubeos el tema casi tabú de una relación a tres. "Es como una tragedia en el sentido más clásico del término", zanja el director y coguionista de la película, con la que se estrena además como productor principal.

Redoblada así su implicación en el proyecto, Martín Cuenca espera que este largo se convierta en el mejor de los que ha firmado hasta ahora. "Es un trabajo del que esperas muchas cosas. Que quede bien, que sea el mejor que has hecho. Pones todo el esfuerzo en ello, aunque una película es algo que está muy vivo, que nunca logras controlar por completo. En principio lo das todo, pero ya veremos qué pasa". El director, prolífico en el cine documental, emplaza así para ver el resultado de su trabajo a finales de año, fecha en la que estima que La mitad de Óscar, primer largo de ficción que filma en Andalucía, estará lista para iniciar su recorrido por los festivales europeos.