Castedo modifica el PGOU para ubicar Ikea en Rabassa como exige la firma

El Ayuntamiento de Alicante, que preside Sonia Castedo, del PP, anunció ayer una modificación puntual del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) para ubicar la futura tienda de Ikea en el plan Rabassa tal y como quiere la multinacional: Con fachada y acceso a la autovía A-7. La modificación también incluye prohibir la apertura de nuevos centros comerciales, en este caso para atender la demanda del pequeño comercio.

La portavoz del equipo de Gobierno, Marta García-Romeu, del PP, aclaró que estos cambios quedan supeditados a la resolución definitiva del Tribunal Superior de Justicia. El...

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El Ayuntamiento de Alicante, que preside Sonia Castedo, del PP, anunció ayer una modificación puntual del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) para ubicar la futura tienda de Ikea en el plan Rabassa tal y como quiere la multinacional: Con fachada y acceso a la autovía A-7. La modificación también incluye prohibir la apertura de nuevos centros comerciales, en este caso para atender la demanda del pequeño comercio.

La portavoz del equipo de Gobierno, Marta García-Romeu, del PP, aclaró que estos cambios quedan supeditados a la resolución definitiva del Tribunal Superior de Justicia. El pasado 18 de diciembre el alto tribunal suspendió cautelarmente la tramitación del plan Rabassa, que prevé 13.500 viviendas en 4.2 millones de metros cuadrados. La resolución se basa en la falta de recursos hídricos y por estar tramitado al margen del PGOU.

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Pese a ello, las negociaciones con Ikea "continúan" y los suecos siguen "interesados" en instalarse en Alicante, según aseguró la edil. Las variaciones del PGOU, cuya exposición pública se someterá para su aprobación en el pleno del próximo viernes, permitirán a Ikea ubicar su fachada hacia la autovía actual, de Murcia-Valencia, y evitará también la apertura de nuevos centros comerciales. "Quedarían atendidas holgadamente las necesidades de grandes superficies, cuya proliferación llevaría a una situación de saturación, que no sería buena para nadie", apuntó García-Romeu.

Las reacciones a este anuncio llegaron de inmediato. Esquerra Unida acusó al gobierno del PP de aplicar un "urbanismo a la carta" a favor de los intereses de la multinacional sueca, y lamentaron el impacto que sobre el pequeño comercio. El Grupo Municipal Socialistal guardó silencio. Y la Plataforma de Iniciativas Ciudadanas (PIC), que recurrió el Plan Rabassa, tildó de "escandaloso" el "urbanismo digital" del PP. Su presidente, Manuel Alcaraz, recordó que se está modificando un proyecto "suspendido y paralizado" por los tribunales.

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