"Ferrari será mi último equipo"

Su primera conferencia de prensa oficial con Ferrari sirvió ayer a Fernando Alonso para dar una nueva imagen de madurez y ambición. El piloto español de F-1, de 28 años, ha cambiado. Aparentemente, todo sigue igual. Ni se ha cortado el pelo ni se ha dejado bigote. Pero sus formas no son las mismas y sus palabras muestran una admiración por la marca italiana que no había demostrado hacia ningún otro equipo.

Alonso se siente orgulloso de formar parte de la historia de Ferrari, está comprometido con la Scuderia para conseguir nuevos títulos mundiales y quiere acabar su vida deportiv...

Su primera conferencia de prensa oficial con Ferrari sirvió ayer a Fernando Alonso para dar una nueva imagen de madurez y ambición. El piloto español de F-1, de 28 años, ha cambiado. Aparentemente, todo sigue igual. Ni se ha cortado el pelo ni se ha dejado bigote. Pero sus formas no son las mismas y sus palabras muestran una admiración por la marca italiana que no había demostrado hacia ningún otro equipo.

Alonso se siente orgulloso de formar parte de la historia de Ferrari, está comprometido con la Scuderia para conseguir nuevos títulos mundiales y quiere acabar su vida deportiva en ella. Y no quiere entrar en guerras de ningún tipo. Ni con Felipe Massa, su compañero, ni con Lewis Hamilton ni con Michael Schumacher. "Estoy aquí para trabajar para el equipo", aseguró Alonso; "estar en Ferrari es lo máximo a lo que podía aspirar. Éste será mi último equipo, segurísimo. Tras pasar por aquí, no podría encontrar motivación en ningún otro. Lo único que quiero es poder ganar más títulos para concluir mi carrera con un dulce en la boca".

"Este año será difícil. Necesitaré tres carreras para adaptarme al coche"

"Lo que más me ha sorprendido es el ambiente que se respira", prosiguió Alonso; "cada vez que vas a la fábrica y hablas con cualquier empleado notas que sienten pasión por las carreras y por lo que hacen. Y eso no lo encontré en ninguna otra parte. Hay un ambiente muy familiar. La gente se habla. Los ingenieros se comunican directamente, no como en otros equipos, en los que ves que se mandan mensajes y están a 10 metros el uno del otro. En ningún otro hay esta sensación de historia y de leyenda".

Alonso pasó duras pruebas en Minardi en 2001, hizo el paso del desierto cuando Flavio Briatore le dejó como piloto de pruebas en 2002 y comenzó a demostrar de lo que era capaz en 2003 y 2004 antes de ganar sus dos títulos mundiales con Renault en 2005 y 2006. "Después me fui a McLaren con mucha ilusión porque tenía ganas de ganar otro título. Pero las cosas no fueron bien. Y cuando regresé a Renault nunca dispuse de un coche ganador. Los dos últimos años han sido muy malos. Pero me han ayudado a hacerme más fuerte y a madurar. Llego a Ferrari siendo mejor piloto que antes", añadió.

Alonso no quiso entrar en batallas sobre el pasado. Este estilo está desterrado. Sólo quiere centrarse en el futuro. Cuando alguien le comentó que Hamilton había dicho que cuando entró en McLaren dijo lo mismo que ahora y que él le había quitado el número uno en el equipo, ni se inmutó. "No voy a perder tiempo hablando de eso", dijo; "nunca pedí ser el número uno. Pero tampoco quiero ser el segundo como me ocurrió en McLaren. Lo único que pido siempre es que, si yo doy el 110%, el equipo también lo dé".

De mil formas distintas intentaron enfrentarle con Massa. "Tuvimos alguna disputa. Pero ahora nos llevamos muy bien. Tiene mucha experiencia en este equipo y puede ayudarme. Podemos formar una pareja muy fuerte. Los dos somos competitivos y ambiciosos, pero sabemos que el equipo está por encima", enfatizó.

Entre las cosas que más valora está el regreso de Schumacher: "Si vuelve, es para ganar. Y seguro que no se le ha olvidado conducir. Pero no va a ser el único rival. Estarán también los McLaren y los Red Bull". Alonso quiere ganar y crear un ciclo similar al de Schumacher con Ferrari: "Este año será difícil. Necesitaré tres carreras para adaptarme al coche y luego se verá nuestro potencial real. Pero ganar siete títulos es mucho más difícil ahora porque las diferencias son de décimas de segundo".