17ª jornada de Liga

Ejecutores sin pierna de palo

Funcionaron los calefactores instalados bajo el césped del Santiago Bernabéu y durante una hora el campo perseveró en su verdor bajo la nevada. El Mallorca no tuvo mucho el balón en la primera parte, pero remató cuatro veces. Sólo una menos que el Madrid.

El equipo de Manzano sabe darle buen uso a sus posesiones. Gonzalo Higuaín también. El argentino tiene eso que Alfredo Di Stéfano reclama a los jugadores que pretenden marcar la diferencia en el área: "Maneja las dos piernas". En la primera pelota que recibió con espacio, el argentino avanzó desde la derecha hacia el vértice del área g...

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Funcionaron los calefactores instalados bajo el césped del Santiago Bernabéu y durante una hora el campo perseveró en su verdor bajo la nevada. El Mallorca no tuvo mucho el balón en la primera parte, pero remató cuatro veces. Sólo una menos que el Madrid.

El equipo de Manzano sabe darle buen uso a sus posesiones. Gonzalo Higuaín también. El argentino tiene eso que Alfredo Di Stéfano reclama a los jugadores que pretenden marcar la diferencia en el área: "Maneja las dos piernas". En la primera pelota que recibió con espacio, el argentino avanzó desde la derecha hacia el vértice del área grande, se perfiló, y remató con la zurda al segundo palo. Ayoze le dejó hacer, tal vez en la creencia de que desde allí un diestro no sería capaz de mandar la palota al hueco del segundo palo, situado a 25 metros. Higuaín se animó. Se anima a casi todo. Su fe es la condición que le define.

El Madrid ganó profundidad cada vez que Higuaín se tiró a la derecha. Desde allí remató, lanzó a Arbeloa, o centró. Por ese carril condujo las maniobras que voltearon al Mallorca.

En el arranque de la segunda parte el Pipa cayó a la derecha, alcanzó la línea de fondo y centró al segundo palo. Josemi dejó pasar la pelota porque no vio ningún jugador de blanco por allí. Se equivocó. Granero voló por debajo del radar y empalmó el centro, de aire, con su pierna menos mala. Usó la de palo, que se dice, con gran precisión. Como si fuera la pierna buena. Para el Mallorca fue el punto final.

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