Reportaje:

200 años no son nada

La directora del Ballet Nacional de Cuba, Alicia Alonso, celebra en Valencia su 89º cumpleaños y da muestra de su vitalidad

Al ritmo del Cumpleaños feliz, te deseamos a ti, con el son cubano por parte del los miembros del Ballet Nacional de Cuba y con el comprensible despiste sonoro por parte de los bailarines locales, se ha celebrado el 89º aniversario de la prima ballerina assoluta y directora del Ballet Nacional de Cuba, Alicia Alonso. A través de su larga carrera, Alonso ha recibido el reconocimiento internacional por su sofisticado sentido de musicalidad. Aunque esta vez la emoción le ha podido más que su "dinámica utilización de tempos". Sí, sobre las über-maquilladas mejillas de l...

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Al ritmo del Cumpleaños feliz, te deseamos a ti, con el son cubano por parte del los miembros del Ballet Nacional de Cuba y con el comprensible despiste sonoro por parte de los bailarines locales, se ha celebrado el 89º aniversario de la prima ballerina assoluta y directora del Ballet Nacional de Cuba, Alicia Alonso. A través de su larga carrera, Alonso ha recibido el reconocimiento internacional por su sofisticado sentido de musicalidad. Aunque esta vez la emoción le ha podido más que su "dinámica utilización de tempos". Sí, sobre las über-maquilladas mejillas de la diva (sigue siendo muy coqueta) se han intuido un par de lágrimas. Dato aún por confirmar. Y es que muros más altos -y telones de acero- han caído, y no mencionamos el de Brandenburgo, que también. Y ahí estaba la más grande que ha dado el ballet de la Habana. Ante la tarta de chocolate blanco. De azul de cabeza a los pies. Esos pies que tantas veces se han puesto de puntas para interpretar a Giselle, esa sílfide que no tiene ni un solo instante de reposo. Verbigracia: en el estreno en el Metropolitan Opera House de Nueva York, George Chaffée le arrebató de los pies a la Alonso sus zapatillas ensangrentadas por tantas horas de trabajo y profetizó: "Esto es para la historia". Giselle no tiene espacio que pisar, ni punto de apoyo. Giselle se vuelve una sombra. Alicia no. Ya saben: la prima ballerina assoluta sigue dominando la escena. O lo que le dejan de ella. Glups. Cumpleaños feliz, te deseamos a ti. Alonso sopla la vela y descubre su busto, bueno el de bronce, el que Trini Miró, consejera de Cultura, le entrega. El público aplaude y empieza la lluvia de flashes de móviles. A Alonso le fascinan la astronomía y la ciencia ficción y el momento parece más propio de una lluvia de perseidas o meteoros de alta actividad. "¿Saben algo de un nuevo planeta?" había preguntado la ballerina durante la comida, pero el Enterprise protocolario no dio tregua, así que nos quedamos sin saber a qué astro se refería. Desde muy pequeña le apasionan los temas referentes al micro y al macromundo y las relaciones entre ambos. "Ahí hay mezcla hermosa, fascinante, entre el arte y lo que ha logrado desentrañar la ciencia. De esa realidad hay muestras en la ciencia-ficción". Y esto no es ficción. Pero seguimos con el brindis sensorround, la coreografía no está muy clara. "Pienso vivir hasta cumplir los 200 años", afirma certera. Alonso no se olvida de sus bailarines, ni de Valencia, ni de Cuba ni de la Revolución, de manera que todo el mundo anda un poco emocionado, como en el vuelo infinito de las Willis, solo que aquí los port de bras van acompañados de copas de cava. Hale hop.

"Pienso vivir hasta los 200 años, afirma la 'ballerina'
Trini Miró le entregó un busto de bronce como regalo
Alicia Alonso recibe un busto como premio a su larga trayectoria.
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