Crónica:ATLÉTICO 1 - VILLARREAL 2 | 14ª jornada de Liga

El Villarreal retrata al Atlético

Enorme superioridad del equipo de Valverde, que pudo golear a un nefasto conjunto rojiblanco

Un baño fue. De principio a fin. El Villarreal aniquiló al moribundo Atlético, al que propinó un duro castigo que no tuvo reflejo en el marcador. Porque el partido sólo tuvo un color, el amarillo, y debió acabar en goleada. Sólo la falta de puntería del Villarreal y el acierto en algunas acciones de Asenjo impidieron una paliza que parecía cantada en otra noche de pesadilla en el Calderón.

Se presentó el Atlético en escena sin Agüero y a fe que pagó su ausencia. Ya en el tramo inicial el Villarreal le dio un revolcón de cuidado. David Fuster hizo estragos en la defensa del Atlético, que...

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Un baño fue. De principio a fin. El Villarreal aniquiló al moribundo Atlético, al que propinó un duro castigo que no tuvo reflejo en el marcador. Porque el partido sólo tuvo un color, el amarillo, y debió acabar en goleada. Sólo la falta de puntería del Villarreal y el acierto en algunas acciones de Asenjo impidieron una paliza que parecía cantada en otra noche de pesadilla en el Calderón.

Se presentó el Atlético en escena sin Agüero y a fe que pagó su ausencia. Ya en el tramo inicial el Villarreal le dio un revolcón de cuidado. David Fuster hizo estragos en la defensa del Atlético, que se resquebrajó como acostumbra. De Fuster fueron las tres primeras ocasiones, que delataron a un Villarreal frenético, que llegó cómo y cuándo quiso ante la retaguardia rojiblanca, donde cundió el pánico. Un suplicio fueron aquellos minutos para el Atlético, que enseguida provocó la inquina de su ya harta afición. Tocaba y tocaba el Villarreal, con los de Quique de privilegiados espectadores. Media hora transcurrió sin que hubiera señales de vida del Atlético. Pero ocurrió que el Villarreal bajó su desatado ritmo y permitió que su rival respirara. Aún más, le abrió la puerta al contragolpe y ahí se manejó con presteza el Atlético, al que importaba un comino no tener el balón. Para lo que hacía con él (nada bueno) casi era mejor no olerlo. En éstas que Simão despertó allá en la izquierda, mandó un envío largo que Reyes acunó con el empeine izquierdo, preparado para encarar a Diego López, lo que hubiera conseguido de no aparecer a su vera Marcano, que le birló el balón. Y al rato ambos futbolistas intercambiaron sus papeles y firmaron una de las jugadas del partido. Recibió Reyes en el centro del campo y golpeó la pelota con precisión milimétrica, perfecta, larga, rasa, entre un bosque de piernas rivales, a la carrera de Simão, que marcó ante la salida de un Diego López vendido.

ATLÉTICO 1 - VILLARREAL 2

Atlético: Asenjo; Valera, Perea, Juanito, Ujfalusi; Assuncao; Reyes (Camacho, m. 85), Jurado, Simão; Forlán y Maxi (Sinama, m. 68). No utilizados: De Gea; Pernía, Antonio López, Pablo y Raúl García.

Villarreal: Diego López; Javi Venta, Godín, Marcano, Capdevila; Bruno (Eguren, m. 72), Senna; Cani, Fuster, Cazorla (Escudero, m. 63); y Rossi (Llorente, m. 80). No utilizados: Oliva; Gonzalo, Pereira y Nilmar.

Goles: 1-0. M. 36. Simão aprovecha un pase perfecto de Reyes. 1-1. M. 48. Fuster, de cabeza a centro de Capdevila. 1-2. M. 91. Llorente cabecea un envío de Escudero.

Arbitro: Turienzo Álvarez. Amonestó a Assuncao y Ujfalusi.

Unos 35.000 espectadores en el Vicente Calderón.

Sólo la falta de puntería amarilla y Asenjo impidieron un resultado mucho mayor

Se fue el Atlético al descanso con una victoria que ni en sus mejores sueños. Nada había hecho para lograr tamaño premio, como el Villarreal no merecía semejante castigo. Sólo faltaba que los de Valverde dejaran de perdonar. Eso hicieron. La primera que tuvieron en el segundo acto la aprovecharon. Cabalgó Capdevila por la izquierda, sacó el centro al área y allí se colocó Fuster, que se adelantó a Ujfalusi y a Juanito y cabeceó pegado al palo.

No acabó el monólogo del Villarreal con el empate. Se fueron los de Valverde a por el partido, siempre desde el toque, todo lo contrario que su rival, que no dio una, con un solitario Forlán barriendo el frente de ataque con nulo éxito. A punto estaba de morir el encuentro con un marcador mentiroso cuando Escudero centró desde la izquierda y ahí se presentó Llorente, entre Perea y Juanito, menudo chollo, para lanzarse en plancha y clavar el balón en la red firmando una victoria innegociable, la que mereció el Villarreal ante un rival que es una ruina.

Los jugadores del Villarreal celebran su segundo gol, de Llorente (tercero por la derecha).CLAUDIO ÁLVAREZ

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