Castellón fue la pionera

El éxito del servicio de alquiler de bicicletas en Castellón fue una sorpresa. Ni los más optimistas pensaban que este medio de transporte iba a alcanzar los 35.000 desplazamientos al mes que se registran actualmente. Cerca de 500 bicis, 4.000 usuarios y 21 bases donde recogerlas y dejarlas han convertido el sistema en cotidiano, sobre todo, para los estudiantes.

El "bicicas" se puso en marcha a finales de 2007 pero sin apenas bicicletas y puntos de recogida. La acogida, por ello, no fue masiva, aunque la imagen de las bicis verdes comenzó a hacerse habitual, a finales de 2008. El hecho...

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El éxito del servicio de alquiler de bicicletas en Castellón fue una sorpresa. Ni los más optimistas pensaban que este medio de transporte iba a alcanzar los 35.000 desplazamientos al mes que se registran actualmente. Cerca de 500 bicis, 4.000 usuarios y 21 bases donde recogerlas y dejarlas han convertido el sistema en cotidiano, sobre todo, para los estudiantes.

El "bicicas" se puso en marcha a finales de 2007 pero sin apenas bicicletas y puntos de recogida. La acogida, por ello, no fue masiva, aunque la imagen de las bicis verdes comenzó a hacerse habitual, a finales de 2008. El hecho de que el servicio sea una iniciativa subvencionada por la Agencia Valenciana de la Energía (Aven), supone que el desembolso por parte del ayuntamiento es mínimo y su rentabilidad, al menos social, máxima. Además, la segunda ampliación del servicio se ha realizado con dinero del Plan E estatal para ampliar, en una docena más, los puntos de préstamo. Ahora, el consistorio saca pecho al ofrecer un servicio gratuito que, contra todo pronóstico, funciona.

El inesperado éxito y la falta de planificación han provocado dos problemas. Por una parte, hay muchas bicis para tan pocas vías transitables y, por ello, el equipo de gobierno del PP decidió, en algunas aceras, pintar dos líneas verdes a modo de carril bici. La idea ha provocado la crítica de peatones y problemas para los ciclistas. Además, el uso masivo provoca reiterados colapsos, en las bases más concurridas, por falta de vehículos o falta de anclajes para devolverlos. Los usuarios critican también la limitación de horario, ya que el servicio acaba a las 20.30 y el impedimento de salir del término municipal.

Castellón tiene una bicicleta por cada 430 habitantes. El sistema funciona con la obtención de una tarjeta que se emite tras el depósito de una fianza de 10 euros, que permite el uso ilimitado de las bicis. Según la Aven, bicicletas que funcionan en Castellón evitan el consumo de 135.700 litros de gasolina al año.

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