La obsesión de Villa

Insaciable por naturaleza, Villa está cada vez más cerca de hacer realidad una de sus obsesiones: suceder a Raúl como el delantero más voraz de la selección española. El portentoso inicio de Liga con el Valencia, que le ha catapultado a ser pichichi con ocho goles, y las 35 dianas que cuenta en 54 encuentros con La Roja, a nueve del icono madridista, de los que 17 han llegado desde que Luis Aragonés traspasó sus poderes a Vicente del Bosque, han terminado encumbrando al matador asturiano. "Espero batir el récord de Raúl lo más rápido posible. Más que nada porque eso repercutirá ...

Insaciable por naturaleza, Villa está cada vez más cerca de hacer realidad una de sus obsesiones: suceder a Raúl como el delantero más voraz de la selección española. El portentoso inicio de Liga con el Valencia, que le ha catapultado a ser pichichi con ocho goles, y las 35 dianas que cuenta en 54 encuentros con La Roja, a nueve del icono madridista, de los que 17 han llegado desde que Luis Aragonés traspasó sus poderes a Vicente del Bosque, han terminado encumbrando al matador asturiano. "Espero batir el récord de Raúl lo más rápido posible. Más que nada porque eso repercutirá en beneficio de la selección", recalcó El Guaje tras otra exhibición sobre el tapete del Prater de Viena.

Los aficionados austriacos presenciaron dos goles marca de la casa: primero, en el minuto 20, Villa aprovechó un pase interior de Iniesta y, de primeras, lo cruzó de un zurdazo. Justo antes del descanso, tras una asistencia similar desde el otro costado de Silva, controló el esférico y con un punterazo también con la izquierda lo mandó a la red. La sociedad entre los dos compañeros del Valencia no fue ni mucho menos casual: el 40% de los tantos que España ha conseguido este año llegaron del equipo que dirige Unai Emery. De los 47 goles alcanzados en los 16 partidos que deja el año, 18 se los repartieron entre el propio Villa (11), Silva (tres), Mata (tres) y Pablo Hernández (uno).

"Los amistosos con la selección no existen", resumió Villa tras el recital que dio España en el escenario donde se doctoró en Europa. Una muestra de que no se toma a broma vestir la casaca roja (24 con la pierna derecha, ocho con la izquierda, tres de cabeza y tres de penalti) es su media goleadora (0,65), por detrás de Di Stéfano (0,74) y Zarra (1).

En segundo plano por las proezas de Fernando Torres en la Premier, el reconocimiento internacional definitivo le llegó este mes, cuando World Soccer, una de las biblias del periodismo deportivo, le eligió como el mejor delantero del mundo en los cuatro últimos años. Por detrás quedaron Eto'o, Cristiano Ronaldo y Klose... Con el mérito añadido de que Villa se tiene que contentar con la Europa League en vez de con el escaparate de la Champions. El estudio tiene en cuenta los partidos nacionales e internacionales de las cuatro temporadas anteriores hasta el 4 de octubre pasado y la importancia de los goles en ese periodo (92, de los que 33 fueron con la selección y 11 en competiciones europeas). En definitiva, desde su estreno con la selección, en febrero de 2005, Villa ha dejado de ser meramente un referente local, especialmente tras la conquista de la Eurocopa, que disfrutó siendo además el primer pichichi español en un gran torneo.

"No me preocupa que adelante a Raúl o no le adelante... Cuanto antes llegue será buena señal porque nos podremos beneficiar de sus goles", asiente Del Bosque, con el que siempre ha sido titular en 19 compromisos y sólo se ha perdido el duelo en Turquía (1-2) de la fase de clasificación para el Mundial. Frente a la prudencia que marca la agenda del técnico, Villa reclama "con humildad que hay que ser realistas". "Debemos pensar que somos favoritos por juego y por ser los actuales campeones de Europa. Además, en Alemania 2006 nos quedó una sensación muy mala. Fuimos el mejor equipo de la fase inicial, pero en los octavos Francia no fue superior, pero sí más práctica".