Entrevista:MIKE HIGGINS | El jugador más veterano de la ACB (42 años) | ACB

Higgins: "España se está americanizando"

Mike Higgins, un estadounidense de Nebraska que frisa los 43 años, acaba de superar el récord de Chichi Creus y ya es el jugador más veterano en disputar un partido en la ACB. La hazaña sirve para que los focos alumbren a un nómada del parqué que ha pasado por 30 equipos de siete países y empieza una nueva etapa en el Xacobeo Blusens. Su experiencia le ha servido para forjar una filosofía de vida alejada del estereotipo del norteamericano que sale de su país para meter canastas. Buen conversador, afable y curioso, se asusta cuando se sienta ante el periodista y ve un enorme listado en letra mi...

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Mike Higgins, un estadounidense de Nebraska que frisa los 43 años, acaba de superar el récord de Chichi Creus y ya es el jugador más veterano en disputar un partido en la ACB. La hazaña sirve para que los focos alumbren a un nómada del parqué que ha pasado por 30 equipos de siete países y empieza una nueva etapa en el Xacobeo Blusens. Su experiencia le ha servido para forjar una filosofía de vida alejada del estereotipo del norteamericano que sale de su país para meter canastas. Buen conversador, afable y curioso, se asusta cuando se sienta ante el periodista y ve un enorme listado en letra minúscula: "¿Me va a hacer tantas preguntas?".

Pregunta. Es la lista de los equipos en los que ha jugado.

"Me gusta mucho el fútbol. El mejor sitio para ver un partido es La Bombonera"
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Respuesta. ¡Son muchos! Todo el mundo me recuerda que soy mayor, pero no pienso dejarlo porque convivo con chicos y me rejuvenece. Tengo amigos de mi edad que parece que tienen 80 años.

P. Pero no es normal pasar de los 42 y jugar en la élite.

R. He tenido la suerte de no sufrir lesiones graves, pero no sabría decirle cuál es la clave. Estiro mucho, hago pesas, pero no tomo un agua especial. Soy de menú del día. Mi vida es tan normal como pueda ser la suya.

P. Seguramente usted tiene más mundo.

R. Es posible. He conocido muchas culturas y eso me ha aportado mucho. Donde lo pasé peor fue en Japón, sobre todo por la comida. Me gusta el sushi, pero no para desayunar.

P. Usted es de Nebraska.

R. Con cinco años, nos mudamos a Colorado, un buen sitio, parecido a Galicia, con mucho verde, menos lluvia y más calor. Crecí allí y me quedé hasta que finalicé la universidad.

P. Y salió para jugar al baloncesto y ser un trotamundos.

R. No eran mis planes. Me fui a Los Ángeles. Había estudiado Finanzas y tenía varias entrevistas de trabajo y una invitación para jugar la Liga de verano con los Lakers. El último día era la boda de mi hermana. Les dije: "Mirad, se casa mi hermana. A lo mejor es una vez en la vida...". Pensé que no querrían saber ya de mí, pero me llamaron, jugué tres meses con ellos y me cambió la vida.

P. ¿Coincidió con Magic Johnson y Abdul-Jabbar?

R. Con Magic, Worthy, Cooper y Scott. Jabbar se acababa de retirar y entramos como rookies Divac y yo. Jabbar era asistente e intentaba enseñarle a Divac cómo se hacía el sky hook [un gancho característico del mítico pívot]. A mí no me lo enseñó porque me cortaron pronto.

P. ¿Sigue la NBA?

R. No mucho. Me gusta más el baloncesto de antes porque se jugaba más en equipo. Ahora es uno contra tres o cuatro. Antes no se miraba la estadística y todos hacíamos puntos y rebotes.

P. ¿Ha bajado el nivel?

R. Sí, se han acortado las distancias respecto al resto del mundo. Ya no salen tiradores. Nadie cogió el relevo a Bird, Mullin o Hornacek. Eso sí, hay 25 chicos que machacan mejor que los de antes. Se fomenta el espectáculo.

P. Usted debutó en la ACB con el Obradoiro en la temporada 1989-1990, justo cuando perdió la eliminatoria de ascenso contra el Murcia, que cometió alineación indebida y desencadenó un proceso judicial. Parece que ha pasado media vida y, sin embargo, usted estaba entonces y sigue ahora.

R. Llegué a jugar en Mar del Plata con Esteban Pérez, que fue quien propició la alineación indebida. Cuando llegué a España, jugué el primer partido contra Sabonis. Ya no hay jugadores así. Pensaba como un base y tenía el cuerpo de un seis, no de un cinco. En la ACB dominaba con una sola pierna y en la NBA fue un buen jugador sin piernas.

P. Ha jugado en Boca Juniors, Fluminense y Vasco da Gama. Parece el currículo de un futbolista.

R. En Argentina y Brasil disfruté mucho del fútbol. Iba a ver a Boca a La Bombonera y le aseguro que no hay mejor sitio para ver un partido. Me encanta el fútbol. Lo jugaba desde los ocho años. Al baloncesto empecé con 15. Era portero y quizá por eso tengo una mentalidad defensiva y pienso de atrás hacia adelante, no al revés como casi todos.

P. Habrá compartido equipo con muchos compatriotas.

R. Muchos llegan jóvenes a un país extraño, sin su familia. El choque es grande. Yo llegué a Girona hace 20 años y había estudiado algo de español, pero me encontré con que todo el mundo hablaba catalán. No había Internet y llamar por teléfono era carísimo. Ahora tienes Skype y llamas gratis. El mundo es más pequeño y todo es más fácil.

P. ¿Qué percepción cree que tienen de ustedes fuera de Estados Unidos?

R. Muchos nos critican porque nos creemos los mejores. Me dicen que no soy muy american porque no pienso así. Hay cosas que me gustan y otras no tanto.

P. ¿Por ejemplo?

R. En Estados Unidos prevalece el dinero. La gente trabaja para ganar mucho y no disfruta.

P. Eso también pasa aquí.

R. Pero se disfruta más.

P. ¿Qué le gusta de España?

R. La siesta. Pero se ha cambiado. Hace 20 años todo se cerraba a mediodía y los domingos. Me costó comprenderlo. Ahora España se está americanizando.

P. ¿Disfruta de Santiago?

R. Quiero hacerlo. También de Galicia y Portugal. Hay que conocer los sitios. Algunos amigos vienen a Madrid y dicen que ya han estado en España, pero no es así: España es algo más que Madrid.

Mike Higgins.ÓSCAR CORRAL / DIARIO AS

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