Entrevista:TIM FLYNN | Presidente de KPMG

"Las empresas ya han hecho el ajuste de costes"

Tim Flynn (Saint Paul, Minnesota, 1956) preside desde hace dos años KPMG una de las big four, como se conoce a las cuatro grandes compañías de auditoría (Deloitte, Price, KPMG y

Ernst & Young). Acaba de reunirse en Barcelona con los nuevos socios que la firma ha incorporado en todo el mundo. Afable y campechano (quizá por sus mofletes colorados), Flynn explica que KPMG acompañará a las empresas españolas en su proceso de crecimiento e internacionalización.

Pregunta. ¿Qué le parece la decisión del Gobierno de su país, EE UU, de reducir el sueldo a los altos ejecutivo...

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Tim Flynn (Saint Paul, Minnesota, 1956) preside desde hace dos años KPMG una de las big four, como se conoce a las cuatro grandes compañías de auditoría (Deloitte, Price, KPMG y

Ernst & Young). Acaba de reunirse en Barcelona con los nuevos socios que la firma ha incorporado en todo el mundo. Afable y campechano (quizá por sus mofletes colorados), Flynn explica que KPMG acompañará a las empresas españolas en su proceso de crecimiento e internacionalización.

Pregunta. ¿Qué le parece la decisión del Gobierno de su país, EE UU, de reducir el sueldo a los altos ejecutivos?

Respuesta. Buena, puesto que está orientada a remunerar más el largo plazo en lugar del corto plazo, a vincular la remuneración a la evolución del precio de la acción en el tiempo.

"Creo que la crisis ha tocado fondo, pero la recuperación será lenta, nada de en V"
"La fiscalidad va a cambiar en todo el mundo, y nuestro papel es intermediar"
"Debemos volver a los fundamentos, a lo básico: a valorar bien el riesgo"
"Si las empresas tienen más de un auditor, ¿quién es el responsable?"

P. ¿Cree que sacaremos alguna lección de esta crisis?

R. ¡Ah, gran pregunta! Creo que debemos volver a los fundamentos, a lo básico, a gestionar bien el riesgo y a que cuando se hagan las fórmulas de valoración de una empresa para analizarla se tenga en cuenta el riesgo de los modelos de negocio.

P. En esta crisis han quedado en entredicho sectores como la banca, las agencias de calificación, los organismos reguladores... ¿Qué responsabilidad ha tenido el sector auditor?

R. La crisis se debe básicamente a un fallo de modelo de negocio que ha originado una falta de liquidez en los mercados, y de la que indudablemente todos los actores debemos aprender cosas, incluso los propios auditores. Pero los auditores no hemos sido los responsables de esta crisis.

P. ¿Qué puede aprender su sector? Tienen muchas actividades de negocio que pueden contaminar la prestación de servicios. ¿Qué opina del debate acerca de las murallas chinas para evitar estas interferencias?

R. Bueno, de entrada podemos aprender tres cosas. Primera, conocer bien el modelo de negocio de las empresas, su core business; segunda, tener en cuenta el fair value [valor justo o razonable], y tercera, más transparencia. Pero entendida no sólo en proporcionar montones de detalles para ayudarnos a interpretar qué es lo importante en los estados financieros, sino en hacer llegar la información a los mercados para que se tomen las decisiones adecuadas. Sobre la segunda parte de su pregunta, hay que tener en cuenta que con tanta complejidad financiera es fundamental que tengamos ciertas capacidades para ayudar a auditar. La creación de otros servicios que no son exclusivamente de auditoría es un complemento que beneficia a la calidad de la auditoría. Pero, para KPMG, la independencia en la prestación de servicios es un tema básico.

P. Para conseguir esta transparencia, ¿no considera excesivo que las cuatro grandes se repartan el 90% de las empresas del G-8? ¿Cómo vería que cada empresa estuviera obligada, por ley, a tener dos auditores?

R. En la mayoría de países hay un único auditor. Creo que es lo mejor, porque, si hay más de uno, ¿quién es luego el responsable de la auditoría? Cuando hay dos, no está claro.

P. Insisto, se reparten casi todo el pastel sólo entre cuatro.

R. La complejidad de las compañías, cada vez más grandes y globales, lleva a que seamos... yo diría que seis, antes que cuatro firmas globales, con capacidad de ir a los distintos países. Si no tienes esta capacidad para llegar a las distintas geografías donde operan las grandes compañías ni, por otro lado, la capacidad para tener todos los conocimientos dentro de tu casa para resolver todos los temas que traen consigo estas empresas tan grandes -especificidades de cada sector, cuestiones regulatorias, etcétera- no puedes hacer una auditoría de calidad. No es por accidente que se haya llegado a esta concentración sino por necesidad.

P. ¿Ha tocado ya fondo la crisis? ¿Cuál es su pronóstico sobre la economía?

R. Existe un consenso general en todo el mundo de que lo peor ya ha pasado. Pero si uno mira las tasas de desempleo, los tipos de interés por los suelos, las acciones de las principales commodities [empresas de servicios], vemos que la situación es muy, muy frágil. Creo que la recuperación será lenta, ni en V ni en W, ni nada parecido. Puede producirse aún una leve caída, pero la recuperación será sostenible y creciente. Una de las claves es que las grandes compañías, en España y en todo el mundo, ya han hecho buena parte de sus ajustes en costes. Ahora los siguientes pasos deben ser mejorar la productividad, crear empleo e innovar. Se pueden recortar costes, pero si a continuación no se mejora la productividad y se crea empleo para fomentar el consumo, a través de la innovación, es imposible que la economía se recupere.

P. ¿Cómo valora la actuación de los gobiernos? ¿Echa en falta alguna receta?

R. Hay muy pocas veces en la historia económica en que los gobiernos hayan intervenido así para crear liquidez y, a la vez, se hayan convertido en el principal consumidor, gastando y estimulando el crecimiento, con inversión en infraestructuras y creando empleo para que se consuma, en definitiva. Ha sido crucial, muy importante. En el futuro, la clave es cómo conseguir mantener este equilibrio, que se creen puestos de trabajo, consumo y crecimiento sostenido. Y no hay ningún país que pueda salir de esta situación solo. Lo fundamental es que los gobiernos estén coordinados para apoyar este proceso, que se faciliten las inversiones y los negocios sin fronteras. Si los países se vuelven proteccionistas y cierran fronteras, no saldremos.

P. ¿Cuáles son los principales retos de su sector y qué va a tirar de él en el futuro?

R. Hay tres grandes patas de negocio: auditoría, fiscal y legal, y asesoramiento. Como todos los países han intervenido para salvar la situación, va a haber una necesidad recaudatoria, que va a provocar un cambio de las estructuras fiscales en todo el mundo e indudablemente nosotros tendremos que ayudar a nuestros clientes a ser más eficientes fiscalmente. Vamos a tener que montar estructuras y programas fiscales internacionales para que las compañías entiendan mejor a las autoridades tributarias y viceversa. Es fundamental que las autoridades fiscales entiendan bien los negocios de las distintas empresas y que los impuestos sean justos. Y ahí seremos interlocutores.

P. ¿Dónde va a invertir más KPMG en el futuro?

R. En reducir la complejidad potenciando las normas contables internacionales, para hablar todos una misma lengua, y en retener el talento. Y a nivel geográfico, estamos invirtiendo muchísimo en la zona de Asia-Pacífico. Según la revista Fortune, en los diez próximos años, de las 5.000 empresas mayores del mundo, 1.000 procederán de esa zona. -

Tim Flynn, presidente de KPMG, en un momento de la entrevista.TEJEDERAS