Entrevista:DESAYUNO CON... ANNE HIDALGO

"Francia me dio lo que España me negó"

No hay en Madrid un lugar más céntrico y a la vez más cálido para reunirse con una autoridad de séquito y aureola como la que hoy nos convoca a desayunar: Anne Hidalgo, que nació andaluza, creció francesa y hoy es vicealcaldesa de París, ha elegido el oculto café del Instituto Francés, una joya al sol sin rastro del ruido de Madrid.

-¿Francesa o española?

-Ambas, pero me siento francesa. Francia me dio la oportunidad que España no me dio.

Hidalgo (San Fernando, Cádiz, 1959) es hija de inmigrantes y nieta de refugiados, y por eso lleva tatuada la doble realidad de los españ...

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No hay en Madrid un lugar más céntrico y a la vez más cálido para reunirse con una autoridad de séquito y aureola como la que hoy nos convoca a desayunar: Anne Hidalgo, que nació andaluza, creció francesa y hoy es vicealcaldesa de París, ha elegido el oculto café del Instituto Francés, una joya al sol sin rastro del ruido de Madrid.

-¿Francesa o española?

-Ambas, pero me siento francesa. Francia me dio la oportunidad que España no me dio.

Hidalgo (San Fernando, Cádiz, 1959) es hija de inmigrantes y nieta de refugiados, y por eso lleva tatuada la doble realidad de los españoles en Francia: su padre era un niño rojo cuando cruzó la frontera en 1939 con sus padres, y era obrero al emigrar en 1961 a Lyon. En medio vivió algo más duro que el exilio: el regreso a la España franquista, la cárcel de su padre, la muerte de su madre, la represalia. "Él siempre vivió la vuelta como un error, recordaba la escuela francesa que le acogió y quiso volver allí para darnos educación". Así fue cómo Hidalgo estudió en Lyon hasta ser abogada laboral.

La vicealcaldesa de París prefiere estar en el universo de los que deciden

Ha pedido café solo y tostada de chapata que barniza de mantequilla (es francesa, ¿recuerdan?), y se emociona recordando el valor de sus padres, que hoy, con 80 años, son felices en Cádiz como ¡militantes de base! del PSOE.

Es inevitable engancharse a su historia tan vital, pero venimos a hablar del presente y, otro café mediante, atacamos la política. Llegó al Ministerio de Trabajo de Martine Aubry como técnica, ésta la vio limpia de aparato y la invitó a una lista electoral: "Me di cuenta de que no quiero estar en un universo donde deciden por mí", se dijo. Y con Bertrand Delanoë, el hoy alcalde de París, saboreó la primera victoria socialista en un siglo. A partir de ahí, la vorágine: conciliar con sus tres hijos y armar una democracia participativa en París: "A los parisinos, si les das la oportunidad, la toman. Es una ciudad en evolución, una civilización urbana que emerge con fuerza".

El salto del entusiasmo al Ayuntamiento le permitió ir directa a la política sin pasar por la lucha libre. "Me sorprendió la violencia de la política en mi propio partido. Yo no he vivido las batallas internas, así que por eso llegué con tanta energía". Los socialistas han sufrido desde entonces dos traumáticas derrotas (Jospin y Royal) que les mantienen hundidos en debates interminables: "No somos tan pragmáticos como en España, en Francia prevalece la ideología y hay que abrir las ventanas". Por esa ventana, por ejemplo, puede entrar el papel que se niega a la mujer: "Sarkozy, como Berlusconi, ha optado por el casting de mujeres para gobernar y no por las competencias. Pero los ciudadanos no quieren cine en política, quieren verse reconocidos en sus líderes". El café se ha acabado y la tostada queda casi intacta entre el torrente de ideas. Se va, séquito y coches detrás, y una mujer se acerca a curiosear:

-¿Es la bisnieta de Albéniz, es la esposa de Sarkozy?

-No, es la hija de un obrero y una costurera andaluces.

-Que sí, que sí -insiste la mujer, creyendo haber visto a Cécilia Ciganer tras esa figura con glamour-. Que es alguien conocido, familia de Albéniz y Gallardón.

-Que no, que no. Que es hija de andaluces y vicealcaldesa de París. ¿Decepción?

-¡Ni hablar! Mucho mejor así.

Anne Hidalgo es una socialista con futuro.BERNARDO PÉREZ

Café de París. Madrid

- Un desayuno vitamina con café con leche, zumo y cruasán: 3 euros.

- Un desayuno con café solo y chapata con mantequilla: 1,90.

- Un café solo: 1.

Total: 5,90 euros.

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