"El espíritu nunca puede fallar"

El Pipa Higuaín fue el hombre de las remontadas en la Liga de Fabio Capello. Anoche volvió a ponerse el traje de chico de los milagros y, por arte de magia, la épica volvió al Bernabéu. La épica volvió a redimir al Madrid, que con diez jugadores y ante un Getafe que ejerció de espectador más que de rival, consiguió sobreponerse a la expulsión de Albiol y cosechar tres puntos fundamentales para la tranquilidad de todos. Menos de Manuel Pellegrini, quien sigue diciendo que nunca ha temido por su cargo, que no tenía ningún temor porque está fuera de cualquier debate mediático.

"Yo vivo tod...

El Pipa Higuaín fue el hombre de las remontadas en la Liga de Fabio Capello. Anoche volvió a ponerse el traje de chico de los milagros y, por arte de magia, la épica volvió al Bernabéu. La épica volvió a redimir al Madrid, que con diez jugadores y ante un Getafe que ejerció de espectador más que de rival, consiguió sobreponerse a la expulsión de Albiol y cosechar tres puntos fundamentales para la tranquilidad de todos. Menos de Manuel Pellegrini, quien sigue diciendo que nunca ha temido por su cargo, que no tenía ningún temor porque está fuera de cualquier debate mediático.

"Yo vivo todos los partidos igual y el de hoy [por el de ayer] no era especial para mí, aunque sí para el Madrid y para la institución. Repito que el objetivo final es en mayo, no en octubre, pero era fundamental ganar porque debíamos algo a esta afición", comentó el técnico.

"Era importante ganar después de la semana nefasta que tuvimos y era importante hacerlo como lo hemos hecho: con garra, con sacrificio y con espíritu, que es lo que nunca puede fallar, y mucho menos en este equipo", añadió Pellegrini, quien, después de la expulsión de Albiol, reorganizó rápidamente la defensa retrasando a Marcelo al lateral izquierdo, moviendo a Arbeloa al lateral derecho y colocando a Sergio Ramos de central.

"No creo que la expulsión haya sido la clave porque desde el primer minuto salimos con espíritu. Estábamos dolidos y buscábamos el triunfo. Lo que sí creo es que la tarjeta roja fue injusta. No había peligro de gol. Soldado estaba de espaldas a la portería y ni él ni Albiol se habían hecho con la pelota", analizó. Lo mismo opinó el central: "Si hubiese sido una ocasión clara de gol, habría sido el primero en irme del campo sin que el árbitro me sacara la tarjeta roja. Después de la falta pensé que, como mucho, me sacaría la amarilla".

"¿Con esta victoria queda zanjado el tema sobre su continuidad?", le preguntaron a Pellegrini, quien durante la rueda de prensa repitió tres veces que los debates futbolísticos sobre la mejora o no del equipo se los deja a los medios de comunicación. "No sé... Es que a mi el debate mediático nunca me ha preocupado y ni siquiera sé cómo se maneja. Ya dije el viernes que nadie dudó nunca de mi continuidad", contestó picado.