Sólo Raúl en el rompecabezas

Manuel Pellegrini vive ajeno a la polémica y a las críticas. No se inmuta, no entra al trapo -algo que, sin ir más lejos, no fueron capaces de hacer Capello, Schuster y Juande-, siempre conserva su habitual flema, siempre contesta con el mismo tono de voz y siempre defiende sus argumentos tirando de estadísticas. Los números, de momento, le apoyan. Seguro que el técnico chileno, que no se ha cansado de repetir que respeta las opiniones de todos, se estará preguntado cómo es posible que con esos números (equipo más goleador de la Liga con 21 tantos y segundo en la tabla a un punto del Barça) h...

Manuel Pellegrini vive ajeno a la polémica y a las críticas. No se inmuta, no entra al trapo -algo que, sin ir más lejos, no fueron capaces de hacer Capello, Schuster y Juande-, siempre conserva su habitual flema, siempre contesta con el mismo tono de voz y siempre defiende sus argumentos tirando de estadísticas. Los números, de momento, le apoyan. Seguro que el técnico chileno, que no se ha cansado de repetir que respeta las opiniones de todos, se estará preguntado cómo es posible que con esos números (equipo más goleador de la Liga con 21 tantos y segundo en la tabla a un punto del Barça) haya personas que cuestionen el juego del equipo y que pregunten por ello día sí y otro también.

¿Qué opina sobre las críticas al juego del equipo, sobre la ausencia de extremos, la poca participación de los laterales y la congestión en el centro del campo?, le insistieron de nuevo ayer. "No tengo nada que decir", contestó él. "Hay opiniones para todos los gustos, pero yo veo lo que hace el equipo, lo veo con datos más concretos y veo que ocupamos constantemente las bandas, veo que contra el Valladolid dos de los cuatro goles llegaron desde las bandas, veo que somos el equipo más goleador de Europa [31 dianas entre Liga y Champions], veo que no hay nadie que marque más goles que nosotros y veo que de diez partidos jugados sólo hemos perdido dos", explicó el chileno. El Arsenal suma 33 tantos entre Liga (ha jugado un partido más que el Madrid) y Champions.

En las últimas semanas, el técnico chileno se ha agarrado a su discurso: el de la capacidad ofensiva del equipo. "El público viene al Bernabéu a ver goles y nosotros estamos marcando muchos", dijo después del partido contra el Valladolid respondiendo a lo que había declarado Florentino Pérez en una entrevista a la CNN en la que sostenía que el Madrid tenía que "fascinar" con su juego. Hasta el miércoles pasado, hasta la derrota contra el Milan, el discurso de Pellegrini hablaba por sí solo, ya que los blancos siempre habían marcado más de dos goles en casa. La visita del conjunto rossonero frenó esa racha. La ausencia de Cristiano Ronaldo, la poca brillantez de Kaká, la nula participación de Benzema y la falta de recambio en el banquillo (no había delanteros) quizás ayudara a poner fin a la racha goleadora.

Para colmo, el equipo viajó ayer a Gijón con Raúl como único delantero disponible: Cristiano y Van Nistelrooy siguen de baja, Higuaín no se ha recuperado de una sobrecarga y Benzema sufre una contusión en el tobillo. Eso obliga al técnico, además de convocar a Acuña, un chaval de la cantera, a cambiar una vez más el dibujo ofensivo del equipo. En los diez partidos disputados hasta ahora, Pellegrini nunca ha repetido alineación. Es más, la línea que más cambios ha sufrido ha sido precisamente la de ataque. La línea ofensiva, en teoría la más fuerte del equipo, ha sido la más cambiante: Kaká, por ejemplo, ha tenido que jugar en tres posiciones distintas (de enganche, de extremo ya sea por la izquierda o por la derecha y de rematador y hoy, previsiblemente, actuará de media punta) y Raúl en dos (como primera punta y detrás de Benzema, como en Sevilla). Hasta ahora, el técnico chileno no había convocado ningún canterano. "No veo por qué tenga que hacerlo si tengo los 23 disponibles en la primera plantilla", dijo ayer. El pasado miércoles en Champions no los tenía, pero aseguró que le parecía precipitado convocar a un chico del filial para que sustituyera a Higuaín media hora antes del comienzo del partido.

Por si a alguien le quedaba alguna duda sobre la capacidad de aguante del chileno, éste ayer dejó claro, preguntado por si sufre o disfruta sentado en el banquillo de Chamartín, que no hay técnico más feliz que él. "Estoy disfrutando y muchísimo... a mí las críticas no me ponen nervioso, conozco la Liga y sé lo que hay, sé que a algunos hasta le han pedido que lo saquen de la frontera... Cuando llegué no pretendía tener un tratamiento distinto al que han tenido los que se han sentado aquí en los últimos diez años", analizó antes de hacer un último matiz. "No he recibido ningún respaldo por parte de la directiva porque tampoco la semana anterior había tenido ningún toque de atención".