Reportaje:Tercera jornada de la Liga de Campeones

"Ronaldinho aún es un personaje"

Leonardo defiende al brasileño, que ayer no despertó interés a su llegada a Madrid

Que Ronaldinho no es el que salió ovacionado del Bernabéu en 2005 tras marcar dos goles, el que levantaba tanta expectación, se pudo comprobar ayer a la llegada del Milan a Barajas. Apenas una veintena de aficionados se acercaron al brasileño, que ya no sonríe ni hace sus típicos gestos con las manos. En la puerta del hotel sólo aguardaban tres hinchas. El Gaucho observaba la escena algo incrédulo desde el autocar. Fue el último en bajar, escondido tras unas gafas de sol negras y una gorra del mismo color. Se hizo un par de fotos y saludó a todos los empleados que se encontró en su camino hast...

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Que Ronaldinho no es el que salió ovacionado del Bernabéu en 2005 tras marcar dos goles, el que levantaba tanta expectación, se pudo comprobar ayer a la llegada del Milan a Barajas. Apenas una veintena de aficionados se acercaron al brasileño, que ya no sonríe ni hace sus típicos gestos con las manos. En la puerta del hotel sólo aguardaban tres hinchas. El Gaucho observaba la escena algo incrédulo desde el autocar. Fue el último en bajar, escondido tras unas gafas de sol negras y una gorra del mismo color. Se hizo un par de fotos y saludó a todos los empleados que se encontró en su camino hasta el vestíbulo. "Estoy muy bien", repetía mecánicamente.

Hace más de un año que ha perdido protagonismo en el campo -a medida que fue perdiendo la condición física- y ahora deja de despertar interés incluso fuera -juergas nocturnas aparte-.

"No hay nadie como él capaz de poner a sus compañeros ante la portería con un pase"
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"¡Es mentira!", soltó ayer Leonardo. "Sí que había gente esperándole en el aeropuerto. Sigue siendo un personaje, un fuera de serie. Cuando estuvimos de gira este verano por Estados Unidos, había muchísima gente persiguiéndole. Eso es indiscutible. De lo que habría que hablar es de su mejora en los últimos tiempos", comentó el entrenador, picado por las dudas que genera.

Pero es que hasta sus compañeros lo admiten. Lo achacan a la perdida de convicción y aseguran que en el club, desde el cuerpo técnico hasta la dirección deportiva, le están mimando porque saben que es el único que puede cambiar el rumbo de la temporada rossonera.

En cambio, Leonardo no quiere hablar de pérdida de motivación. Le sigue viendo, o al menos es lo que dice, como el mismo jugador que fascinaba hace un par de temporadas. "A diferencia de Kaká, que tiene una aceleración comparable sólo a la de Cristiano Ronaldo y que se basa en ella, Ronaldinho vive pegado al balón. Le gusta eso. No hay nadie como él capaz de poner a sus compañeros delante de la portería con un pase con tanta facilidad", explicó. Hoy quiere que vuelva a cobrar protagonismo y medita hacerle jugar, escoltado por Pato e Inzaghi.

Eso le obligaría a prescindir de Seedorf para dar más orden defensivo al centro del campo. De ahí que el holandés no compareciera en la conferencia de prensa como estaba previsto. Pidió que se le organizara una zona mixta al final del entrenamiento, pero tampoco se le vio en los corrillos. Quizás molestara el ataque de sinceridad que tuvo por la mañana cuando le preguntaron por los favoritos. "Barça, Madrid, Chelsea y Manchester", dijo evitando mencionar al Milan.

"Dudo mucho de que Seedorf haya dicho eso, y menos ahora", espetó Leonardo más tarde; "éste es el mejor momento para venir al Bernabéu. La victoria sobre el Roma, la forma como se produjo, nos ha motivado. Tenemos que mejorar, pero el Milan, en cuanto encuentre su juego y su identidad, estará presente, y más en escenarios como éstos".

Ronaldinho, entrenándose anoche en el estadio Bernabéu.AFP

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