El 'clan del geranio'

Ivo Minar, un tenista checo, es la última incorporación, pero no se descarta que el clan del geranio siga creciendo en los próximos meses. Hasta ahora forman parte de ese restringido club gente tan dispar como un ciclista francés poco conocido, Clément Lhotellerie; una vallista española de primer nivel mundial, Josephine Onyia, y cuatro velocistas secundarios del llamado milagro jamaicano. Todos ellos, con Minar, tienen en común haber dado positivo en los últimos meses por methylhexanamine, un estimulante, una especie de anfetamina que produce un rápido subidón de adrenalina, suf...

Ivo Minar, un tenista checo, es la última incorporación, pero no se descarta que el clan del geranio siga creciendo en los próximos meses. Hasta ahora forman parte de ese restringido club gente tan dispar como un ciclista francés poco conocido, Clément Lhotellerie; una vallista española de primer nivel mundial, Josephine Onyia, y cuatro velocistas secundarios del llamado milagro jamaicano. Todos ellos, con Minar, tienen en común haber dado positivo en los últimos meses por methylhexanamine, un estimulante, una especie de anfetamina que produce un rápido subidón de adrenalina, suficiente para ganar unas centésimas de segundo, clave para imponerse en una carrera de velocidad.

Lo curioso del caso, y lo que han querido convertir en coartada algunos de los usuarios detectados, es que el methylhexanamine no figura en la lista de sustancias prohibidas, y eso que, desde que en 2006 lo denunciara el Washington Post, la comunidad científica y el mundo del antidopaje sabían que el geranamine, que se vendía como producto dietético para los amantes del sudor y el gimnasio, no era como proclamaban sus vendedores aceite de semilla de geranio, sino pura química, un compuesto sintetizado en su laboratorio clandestino por Patrick Arnold, el inventor años antes del THG, el anabolizante de diseño que hizo ricos y famosos a Víctor Conte y sus socios en los laboratorios Balco y rica, famosa y desgraciada a Marion Jones.

Despertado del olvido

A diferencia del THG, sintetizado de la nada, Arnold no inventó el methylhexanamine, sino que lo despertó del olvido. Creado por los laboratorios Illy, de Indiana, en 1944 como descongestionante nasal, sus graves efectos secundarios y su escaso éxito comercial forzaron su retirada del mercado. Del cementerio de las fórmulas químicas lo rescató para su provecho Arnold.

Tanto Minar, que culpó a un suplemento nutritivo de su positivo, como Lhotellerie y los jamaicanos -se excusaron en unas gotas contra la congestión y fueron exculpados por su federación en principio- han sido castigados con sanciones menores, de pocos meses. Y Onyia también habría sufrido una pena reducida de no dar positivo por clembuterol. Pero a partir del próximo año todo cambiará. El methylhexanamine figurará en la lista de sustancias prohibidas en el mismo párrafo que las anfetaminas: dos años mínimo.