El embudo de la AP-7 sigue en Benissa

Las huellas de la gota fría que tuvo lugar hace 15 días aún siguen siendo visibles en La Marina Alta. Los dos carriles de la AP-7 a la altura de Benissa permanecen interrumpidos al tráfico en sentido Valencia desde que el 28 de septiembre unos importantes desprendimientos originados por la intensidad de las precipitaciones hicieran imposible la circulación a lo largo de casi tres kilómetros.

Ayer, dos palas de notables dimensiones removían toneladas de roca y escombros y realizaban grandes desmontes para sanear la ladera afectada y proceder a su cimentación para paliar la inseguridad de...

Las huellas de la gota fría que tuvo lugar hace 15 días aún siguen siendo visibles en La Marina Alta. Los dos carriles de la AP-7 a la altura de Benissa permanecen interrumpidos al tráfico en sentido Valencia desde que el 28 de septiembre unos importantes desprendimientos originados por la intensidad de las precipitaciones hicieran imposible la circulación a lo largo de casi tres kilómetros.

Ayer, dos palas de notables dimensiones removían toneladas de roca y escombros y realizaban grandes desmontes para sanear la ladera afectada y proceder a su cimentación para paliar la inseguridad del tráfico en la zona. De hecho, sólo la circunstancia de que la caída de piedras se produjera en la madrugada evitó un serio accidente de circulación.

Aumar ha habilitado dos carriles unidireccionales en el antiguo sentido a Alicante para mantener abierto el tráfico y, según su página web, calcula que la situación entre los kilómetros 616 y 619 volverá a la normalidad el próximo 16 de octubre. Mientras, el tránsito es muy difícil en la zona próxima al peaje de Benissa y se producen numerosas retenciones, ya que la AP-7 es la única vía de comunicación para el tráfico pesado entre las dos comarcas de La Marina.

La gota fría provocó el corte de una veintena de carreteras, pero paradójicamente es la autopista la única que no se ha repuesto de esa situación.