Reportaje:Quinta jornada de Liga

"Simpleza y pausa"

Pellegrini quiere que el Madrid elabore más, pero sus futbolistas potencian el juego "vertical"

Manuel Pellegrini siempre está de buen humor. Nada que ver con los rostros serios y gruñones de Capello, Schuster y Juande, sus antecesores en el banquillo. Ayer, antes de que empezara la comparecencia de prensa, bromeó con un fotógrafo -no le gusta nada estar delante de los objetivos- pidiéndole que no se olvidara luego del Photoshop. Pero no es precisamente el técnico del Madrid el que necesita algunos retoques. Más bien los necesita el equipo, que, a pesar de enfilar cuatro victorias en los primeros cuatro partidos de Liga y de promediar 3,3 goles por encuentro, ha pecado de discontinuidad ...

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Manuel Pellegrini siempre está de buen humor. Nada que ver con los rostros serios y gruñones de Capello, Schuster y Juande, sus antecesores en el banquillo. Ayer, antes de que empezara la comparecencia de prensa, bromeó con un fotógrafo -no le gusta nada estar delante de los objetivos- pidiéndole que no se olvidara luego del Photoshop. Pero no es precisamente el técnico del Madrid el que necesita algunos retoques. Más bien los necesita el equipo, que, a pesar de enfilar cuatro victorias en los primeros cuatro partidos de Liga y de promediar 3,3 goles por encuentro, ha pecado de discontinuidad en el juego. Sobre todo con la ausencia de Xabi Alonso (que hoy contra el Tenerife, 18.00, GolTV, estará de nuevo disponible).

"Pensaba que íbamos a tener más complicaciones para conseguir resultados"
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"Ni me parecen excesivas ni me sorprenden las críticas porque en este club las hay en cada partido porque siempre se busca la excelencia. Yo, de todas formas, soy el primer autocrítico", confesó Pellegrini. Esta semana dijo que no buscaba parecerse el Barça y que los suyos aprenderían a jugar con "más naturalidad". Desde que empezara la pretemporada, el técnico chileno ha tomado la costumbre de comentar, después de cada partido, que es lo que más le ha gustado y lo que menos. La tónica hasta el momento ha sido más o menos la misma. Tomar la iniciativa y dominar el encuentro han sido, según Pellegrini, las mayores virtudes; y la falta de algunos mecanismos, el principal defecto.

Hasta ayer, en el día que confesó ser el primer autocrítico, no había concretado ninguno. "Creo que este año hay una gran novedad: el equilibrio. No nos golean tanto [sólo ha recibido dos goles, del Depor] porque presionamos y recuperamos la pelota más cerca del arco contrario", explicó. En las dos últimas temporadas, a estas alturas de campeonato, el Madrid había encajado ya tres y seis goles, respectivamente.

"Yo creo que estamos jugando bien", soltó Pellegrini. "A principio de temporada pensaba que íbamos a tener más complicaciones para conseguir resultados, pero resulta que estamos a la par con el Barça", añadió. ¿Y entonces dónde está la autocrítica? ¿Y por qué el equipo no consigue tener protagonismo con continuidad? "Protagonismo hemos tenido en todos los partidos; quizá haya habido momentos en los que no hemos tenido el balón", contestó. "Hay cosas que mejorar. Yo quiero que se juegue con más simpleza, a uno y dos toques, que haya más pausas para elaborar las jugadas. Pero también hay que tener en cuenta que tenemos jugadores que por sus características [Cristiano y Kaká] hacen un juego más vertical".

El 'mea culpa' de Cassano

Mientras tanto, Antonio Cassano -fichado en enero de 2006 bajo la presidencia de Florentino Pérez- también hizo autocrítica en una entrevista a La Gazzetta dello Sport. "En el Real Madrid hubiese merecido que me matasen, porque era insoportable. No me apetecía entrenarme, llegaba a la ciudad deportiva a la hora que me apetecía, me tumbaba en las camillas y seguía durmiendo. Muchas veces, Capello cerró los ojos porque me quería demasiado", declaró el ahora delantero del Sampdoria.

Manuel Pellegrini, entrenador del Real Madrid.REUTERS

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