Reportaje:

Ha caído un señor en mi patio

Herido grave un hombre que se precipitó al vacío tras caminar por los tejados cercanos a la plaza Mayor

Eran las cuatro de la madrugada cuando un ruido fuerte despertó a Almudena:

-¿Has oído eso?

Su marido se removió en la cama. Ella se levantó, se asomó al patio del que había llegado el sonido -un golpe sordo, como de algo que cae- y vislumbró en la oscuridad "escombros y una especie de sombra". Se levantó el marido. Se asomó a ver:

-Ahí hay un tío.

Almudena ya podía olvidarse de volver a pegar ojo.

"Abrimos una ventana que da al patio interior y oímos los quejidos", recordaba esta vecina del número 5 de la calle de Ciudad Rodrigo, junto a la plaza Mayor. Ayer...

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Eran las cuatro de la madrugada cuando un ruido fuerte despertó a Almudena:

-¿Has oído eso?

Su marido se removió en la cama. Ella se levantó, se asomó al patio del que había llegado el sonido -un golpe sordo, como de algo que cae- y vislumbró en la oscuridad "escombros y una especie de sombra". Se levantó el marido. Se asomó a ver:

-Ahí hay un tío.

Almudena ya podía olvidarse de volver a pegar ojo.

"Abrimos una ventana que da al patio interior y oímos los quejidos", recordaba esta vecina del número 5 de la calle de Ciudad Rodrigo, junto a la plaza Mayor. Ayer por la mañana se intuía la falta de sueño en sus ojos rojos. "Hemos pasado una noche horrible", explicaba Almudena.

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Esta familia había presenciado el final de una excursión nocturna por los tejados del centro madrileño. Un hombre de unos 35 años, al que no se le encontró documentación alguna, había atravesado el cristal que cubría el patio interior del edificio, que seguramente se rompió bajo su propio peso, y cayó unos 12 metros hasta un tejadillo interior, según relataba un portavoz de la Jefatura Superior de Policía.

Por la misma ventana desde la que Almudena descubrió al hombre pasaron los bomberos, camilla en mano, para rescatarle. Había sufrido un fuerte golpe en la cabeza y los servicios de emergencias, después de estabilizarle, lo trasladaron al hospital Clínico, donde ayer por la tarde permanecía muy grave.

Retirado el cuerpo, en el céntrico edificio quedaron las huellas de la sangre, que Almudena tuvo que limpiar "con lejía" del suelo de sus pasillos, y el asombro del día siguiente. "Venía corriendo por los tejados de la calle de Toledo", decía uno. "Era un ladrón que huía de la policía", aseguraba otro. Nadie se explicaba de dónde había salido aquel hombre. La policía recibió una primera llamada de otro vecino de la zona, que avisó de que había visto a un hombre por un tragaluz y que, cuando el vecino dio la luz, salió corriendo por las alturas en dirección a la plaza Mayor. Ayer seguía investigando para identificar quién era y qué estaba haciendo en el tejado.

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