Reportaje:Segunda jornada de Liga

Borrasca en el Calderón

La marcha contra los gestores del Atlético no ha sido aprobada por la Delegación de Gobierno

La borrasca que sacude desde la semana pasada al Atlético y que cuestiona la gestión de la familia Gil desde su llegada hace 22 años al Vicente Calderón alcanzará esta tarde su punto álgido en una concentración, convocada una hora antes del partido con el Racing (18.00, PPV), que no cuenta con el visto bueno de la Delegación de Gobierno. "Ni este organismo ni ninguno de los cuerpos de policía ha recibido ninguna petición, por lo que la marcha es ilegal", cuentan en el Atlético tras la reunión que mantuvieron el jueves con las fuerzas de seguridad. "Al no haber sido aprobada, bueno, ni tan siqu...

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La borrasca que sacude desde la semana pasada al Atlético y que cuestiona la gestión de la familia Gil desde su llegada hace 22 años al Vicente Calderón alcanzará esta tarde su punto álgido en una concentración, convocada una hora antes del partido con el Racing (18.00, PPV), que no cuenta con el visto bueno de la Delegación de Gobierno. "Ni este organismo ni ninguno de los cuerpos de policía ha recibido ninguna petición, por lo que la marcha es ilegal", cuentan en el Atlético tras la reunión que mantuvieron el jueves con las fuerzas de seguridad. "Al no haber sido aprobada, bueno, ni tan siquiera planteada, la reunión será dispersada de inmediato, aunque no facilita nada la tarea que se produzca en un día de partido", alegan fuentes policiales, que advierten que sus mandos han recibido órdenes de ser más "estrictos" tras los disturbios en las fiestas de Pozuelo.

La goleada recibida en Málaga (3-0), la errática política de fichajes, que alcanzó su apogeo con el traspaso de Heitinga al Everton cuando el Atlético ya no podía reforzarse y algunas declaraciones poco conciliadoras -"la manifestación debería ser para darnos las gracias", expresó el martes Enrique Cerezo, presidente del club y poseedor del 20% de las acciones por el 60% del consejero delegado, Miguel Ángel Gil Marín- han propiciado que unos 5.000 aficionados tengan previsto concentrarse "espontáneamente" a la entrada del palco. Los asistentes lo harán a título individual, sin representar a ningún colectivo, en la puerta cero del estadio, donde se repartirán octavillas con un mensaje apocalíptico: "Atléticos, ha llegado la hora". Tras una marcha alrededor del Calderón, los aficionados accederán a sus asientos a los cinco minutos de partido. Cinco después, como colofón, tienen prevista una pañolada y cánticos contra la directiva. "Que quede claro, estamos con los jugadores, el equipo no tiene nada que ver con esto", afirma Valentín Benito, presidente de la federación de peñas. "No hay nadie detrás de la convocatoria, es algo que ha ido surgiendo en los foros de seguidores", sostienen desde Señales de Humo, el grupo de aficionados más crítico con la gestión del Consejo de Administración.

En un intento por calmar los ánimos, Gil Marín reconoció ayer como "un error" la carta abierta en el Diario As en la que defendía su labor. "Lo acertado hubiera sido enviarla a los abonados, peñas y colectivos que integran el Atlético", reflejaba el mandatario en un comunicado en la web del club, donde también pedía "la unión de todos los atléticos" e insistía en que este verano se habían rechazado ofertas por Agüero, Forlán, Assunção y Simão "por un valor de 120 millones de euros".

Abel también intentó suavizar el ambiente. "La afición es soberana, pero tenemos que estar todos unidos para conseguir los resultados, porque con mensajes negativos no vamos a ningún sitio". El técnico retrasó el entrenamiento de ayer hasta las 18.00 para poder contar con el Kun, Maxi, Forlán y Perea lo más descansados posibles tras jugar con sus selecciones en la fase clasificatoria para el Mundial de Suráfrica. Pero ni Maxi (por lesión) ni Perea han entrado en la convocatoria.

Miguel Ángel Gil Marín (izquierda) y Enrique Cerezo.EFE

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