"Me acuerdo de ver..."

Se dice que cada espectador es un mundo, y así lo parece leyendo los resultados de la consulta Las películas de nuestra vida, que el canal de cine TCM ha realizado entre 100 personajes del cine y la cultura. Se les preguntó sobre las cinco películas que les habían dejado huella, y las respuestas, a veces sorprendentes y casi siempre dispares, nos incitan a ver o recuperar viejas y no tan viejas películas. Mientras que el "tierno cuerpecillo" de Almodóvar, a los 10 años, "adquiría la temperatura de un volcán en erupción" cuando veía a Natalie Wood y Warren Beatty en ...

Se dice que cada espectador es un mundo, y así lo parece leyendo los resultados de la consulta Las películas de nuestra vida, que el canal de cine TCM ha realizado entre 100 personajes del cine y la cultura. Se les preguntó sobre las cinco películas que les habían dejado huella, y las respuestas, a veces sorprendentes y casi siempre dispares, nos incitan a ver o recuperar viejas y no tan viejas películas. Mientras que el "tierno cuerpecillo" de Almodóvar, a los 10 años, "adquiría la temperatura de un volcán en erupción" cuando veía a Natalie Wood y Warren Beatty en Esplendor en la hierba, para Mario Vargas Llosa "una de las secuencias más eróticas de toda la historia del cine" la contempló al ver a Alida Valli "escobillándose esa cascada de cabellos dorados" en Senso. Luis Eduardo Aute descubrió su libido "contemplando a Marilyn con aquel vestido rojo y aquellas curvas" en Niágara, película que Pedro Olea vio a escondidas por lo que fue denunciado en el colegio de curas. Candela Peña, ante Vestida para matar, con apenas 10 años, tuvo la sensación de que "me corrían hormigas por los genitales".

Aunque esta consulta no preguntaba sobre sexo, en muchas respuestas se le ha relacionado espontáneamente con el cine. Boris Izaguirre recordará siempre que la primera vez que habló de Mujeres, de Cukor, fue levantándose "al lado de un chico del colegio con el que había intentado perder mi virginidad". Juan Diego Botto despertó a la sexualidad una noche, "en que había ido por agua y en el camino a la cocina vi en la tele a Cybill Shepherd desnudarse para meterse en la piscina en La última película". Gutiérrez Aragón, ante la Cleopatra de Claudette Colbert, descubrió que "el cine tenía sexo, y no como las novelas, que sólo tenían amor".

A José Saramago, entre sus elegidas, le ha acudido a la memoria "como si viniera de la primera noche de la historia de los cuentos al amor de la lumbre", alguna película de Pat y Patachon, "aquellos sublimes -no exage-ro- actores daneses que me hicieron reír como ningún otro". Y remacha el premio Nobel: "Ni Chaplin, ni Buster Keaton, ni Harold Lloyd, ni Laurel y Hardy. Quien no haya visto a Pat y Patachon no sabe lo que se ha perdido...".

Las películas de la infancia dejan huellas inolvidables. "¡Ay, mi pescadito deja de llorar! ¡Ay, mi pescadito no llores ya más...!", canturrea Elías Querejeta recordando Capitanes intrépidos. Ana María Moix quiso recuperar de adulta las dos películas de la parlanchina mula Francis, y por fin su hermano Terenci se las consiguió una semana antes de morir. Al mexicano Arturo Ripstein se le quedó grabada Pinocho "porque me mató de pena que la ballena se comiera al papá".

La saga de El Padrino es la más elegida. Entre otros, la eligen Antonio Banderas, Joan Manuel Serrat, Manuel Morón, Pepón Nieto o Ana Wagener. Los curiosos pueden ver la lista completa en www.canaltcm.com. Un programa especial con algunos participantes en la encuesta se emitirá en TCM el 13 de septiembre a las 22.00.