El armador del 'Nuevo Pepita Aurora' cobró 400.000 euros tras el naufragio

Días después de que el Nuevo Pepita Aurora, un pesquero de Barbate (Cádiz) que regresaba de pescar en Marruecos, naufragara llevándose la vida de ocho marineros, el armador y patrón del barco, José Vega, quien también navegaba aquel día, cobró 400.000 euros por el seguro contratado. Es el único que ha recibido esa indemnización destinada a compensar los daños producidos en el casco. Ni las viudas ni el resto de supervivientes han visto un solo euro. Sus abogados han iniciado los trámites para estudiar si ese seguro debería haber cubierto también a los marineros que viajaban en él.
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Días después de que el Nuevo Pepita Aurora, un pesquero de Barbate (Cádiz) que regresaba de pescar en Marruecos, naufragara llevándose la vida de ocho marineros, el armador y patrón del barco, José Vega, quien también navegaba aquel día, cobró 400.000 euros por el seguro contratado. Es el único que ha recibido esa indemnización destinada a compensar los daños producidos en el casco. Ni las viudas ni el resto de supervivientes han visto un solo euro. Sus abogados han iniciado los trámites para estudiar si ese seguro debería haber cubierto también a los marineros que viajaban en él.

El Nuevo Pepita Aurora volcó el 5 de septiembre de 2007 en aguas de Tarifa tras regresar junto a otros pesqueros barbateños de pescar en el caladero marroquí. Había fuerte temporal. La instrucción judicial ha podido determinar también que el barco viajaba con un exceso de carga y que los salideros de agua estaban obstruidos. Por este motivo José Vega fue llamado a declarar en calidad de imputado el pasado noviembre. De momento es el único al que la fiscalía ha apuntado como posible responsable del siniestro, aunque permanece en libertad sin cargos.

La abogada de los marineros estudia si los tripulantes tenían cobertura

Vega, propietario y patrón al mismo tiempo, es el titular de la empresa Nuevo Pepita Aurora S. L., beneficiaria del seguro contratado para el barco. El siniestro ha permitido recuperar a su dueño esos 400.000 euros, según confirmó ayer la abogada Gemma Martín. Ella representa los intereses de los otros siete marineros supervivientes y de otro, también contratado en el barco, pero que no navegó aquel día por encontrarse enfermo. "Habrá que valorar a ver qué es lo que cubría ese seguro y esperar para saber si había algún tipo de cobertura para los marineros. Es algo que desconocemos. Pero estamos convencidos de que la vida de los supervivientes debía estar igualmente asegurada, no sólo el continente", explicó la letrada. Las viudas de los fallecidos empezaron a cobrar meses después del siniestro las pensiones de la Seguridad Social. También están recibiendo ayudas algunos de los supervivientes, después de que un informe psicológico aprobara su incapacidad laboral por las secuelas de la tragedia. Pero ni las mujeres de los muertos, ni los que se salvaron del naufragio han recibido un solo euro del seguro del armador.

"Uno de ellos se vio obligado a prejubilarse, porque no encontraba cobertura social ninguna, y otro, que ha sido dado de alta de su incapacidad, no recibe ya ninguna prestación. Su situación es de abandono y olvido", lamenta Martín. La Junta prometió a los supervivientes buscarles un trabajo en tierra pero, dos años después del naufragio, las negociaciones con diversas empresas no han fructificado.

El juzgado de Algeciras tiene previsto dar por finalizada en las próximas semanas la instrucción de la causa. El último informe de la comisión de siniestros marítimos, dependiente del Ministerio de Fomento, descartó que el exceso de peso hubiese sido la causa fundamental del hundimiento. Las pruebas técnicas determinaron que si el pesquero hubiese llevado un solo depósito de agua, en lugar de tres como llevaba, también hubiese naufragado.