El Anatómico Forense entrega a una familia un cadáver equivocado

Una familia espera dar sepultura lo antes posible a uno de sus miembros, V. M. C., cuyo cadáver fue encontrado el pasado 15 de junio en el poblado de la Cañada Real de Madrid. Después de que el cuerpo permaneciera dos meses en el Instituto Anatómico Forense para que se realizaran varios análisis, los parientes recibieron -e inhumaron- el cadáver de otro hombre en el cementerio de Rivas-Vaciamadrid, tal como informó ayer el diario El Mundo.

La semana pasada, la familia enterró el cuerpo de un desconocido creyendo que era el de su pariente. Según confirmaron ayer fuentes de la Cons...

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Una familia espera dar sepultura lo antes posible a uno de sus miembros, V. M. C., cuyo cadáver fue encontrado el pasado 15 de junio en el poblado de la Cañada Real de Madrid. Después de que el cuerpo permaneciera dos meses en el Instituto Anatómico Forense para que se realizaran varios análisis, los parientes recibieron -e inhumaron- el cadáver de otro hombre en el cementerio de Rivas-Vaciamadrid, tal como informó ayer el diario El Mundo.

La semana pasada, la familia enterró el cuerpo de un desconocido creyendo que era el de su pariente. Según confirmaron ayer fuentes de la Consejería de Justicia e Interior, "un error humano lamentable" hizo que la semana pasada el Instituto Anatómico Forense entregase a esa familia el cadáver equivocado.

La consejería precisó que el Instituto Anatómico Forense avisó a la familia en cuanto se dio cuenta del error. "Está haciendo todo lo posible para ayudarles en los trámites", añadió un portavoz. Además, ese organismo se ha ofrecido a correr con todos los gastos que genere su equivocación, como la exhumación del cadáver que fue enterrado y el nuevo sepelio, según la misma fuente.

Los hechos se remontan al pasado 15 de junio, cuando fue hallado el cadáver de un hombre de 38 años en el poblado de la Cañada Real. Aunque el cuerpo no presentaba signos de violencia, según confirmaron en su día fuentes policiales, el juez pidió que se realizara la autopsia, por lo que el cuerpo fue enviado al Instituto Anatómico Forense, donde realizaron el examen y remitieron el resultado al juzgado.

El juez requirió entonces la realización de más pruebas, en concreto unas de identificación dactilar que corresponde realizar a la Policía Científica, por lo que el cadáver tuvo que permanecer en el centro un total de dos meses. Por fin, el juez determinó la semana pasada que los restos podían ser entregados a la familia.

Las pruebas que pidió el juzgado "tardan siempre unos dos meses en realizarse", según asegura el portavoz de la consejería. Luego se produjo la entrega errónea.

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A los pocos días los funcionarios del Anatómico se dieron cuenta del error y avisaron a la familia, que ayer esperaba poder enterrar lo antes posible a su pariente.

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