Reportaje:

El teorema de Tiger

El golfista apunta a su 15º 'grande' con una táctica bien definida y de excelente resultado

Máxima tensión. La mentalidad de Tiger Woods (Cypress, 1EEUU; 1975) quedó aclarada nada más ganar el Bridgestone Invitational, la semana pasada. "¿Qué harás para celebrarlo?", le preguntaron los periodistas. "Daré una vuelta, cenaré y a dormir pronto porque tengo ganas de llegar a Hazeltine

[campo donde se disputa el US PGA]", resolvió el golfista. El lunes, a las siete de la mañana -siempre acude pronto para evitar las aglomeraciones con los demás jugadores-, ya estaba en el National Club de Golf de Chaska haciendo un recorrido de entrenamiento para escudriñar lo tupido que estaba el ...

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Máxima tensión. La mentalidad de Tiger Woods (Cypress, 1EEUU; 1975) quedó aclarada nada más ganar el Bridgestone Invitational, la semana pasada. "¿Qué harás para celebrarlo?", le preguntaron los periodistas. "Daré una vuelta, cenaré y a dormir pronto porque tengo ganas de llegar a Hazeltine

[campo donde se disputa el US PGA]", resolvió el golfista. El lunes, a las siete de la mañana -siempre acude pronto para evitar las aglomeraciones con los demás jugadores-, ya estaba en el National Club de Golf de Chaska haciendo un recorrido de entrenamiento para escudriñar lo tupido que estaba el rough, lo veloces que rodaban los greenes, y las mejores vías de acceso a la bandera. Miles de personas le seguían a cada golpe. Nada raro si se atiende a su currículo, camino de engrosarse con este major. Es todo un matemático.

No falla en los pares 3, nunca arriesga en los pares 4, y mete el hachazo en los pares 5

En el hoyo 9 de la segunda jornada, Woods tiró el palo al suelo con un gesto de reprobación, bien enfurecido. Había perdido la calle. Algo muy extraño en Tiger, que tiene medido absolutamente todo. Así lo demostró en los dos primeros días del torneo; salió desde el tee -primer golpe- con una madera tres o, incluso, con un hierro. Evitó así pegarle siempre con el driver, con el palo que se alcanza más distancia pero que se controla menos. Se trataba de no perder la calle, de no alejarse de la hierba bien segada y escaparse del incómodo y tupido rough de Hazeltine. "Tiger lo estudia todo. Hasta el error", le definen sus rivales; "porque siempre que se equivoca, lo hace en el mejor sitio posible". Minimiza los daños.

La táctica a seguir en el US PGA ya se ha puesto de relieve: no quiere ningún fallo en los pares 3 -lo ha conseguido-; ganarse la opción de birdie en los pares 4 pero sin arriesgar; y pegar los hachazos en los pares 5, donde ya sumaba un total de cinco birdies. El teorema, hasta el momento, no tiene fisuras. El campo, en cualquier caso, le beneficia. Al contrario que la mayoría de los campos en Estados Unidos, donde el recorrido es de 70 golpes y con dos hoyos de par 5, el de Chaska es de 72, con cuatro pares 5. "Aquí tengo muy buenas sensaciones", interviene el golfista, que no ha dejado el liderato desde que comenzara el torneo. Hay un dato revelador: las otras ocho veces que ha encabezado la tabla tras las dos primeras vueltas, ha ganado el torneo.

La segunda jornada, sin embargo, no fue un paseo para Tiger. Azotó un viento molesto, irregular. "Había corrientes y eran muy diversas en cada hoyo porque están encarados de forma distinta", analizó Woods; "era un día muy difícil. Pero estoy satisfecho y voy a dormir bien". Está próximo a ganar su quinto US PGA y su 15º grande. Una marca que le situaría a tres del récord de Jack Nicklaus.

A Woods le siguen un elenco de golfistas de primer nivel, como el fijiano Vijay Singh, el joven valor australiano Brendan Jones, el inglés Ross Fisher -excelente segunda jornada-, el estadounidense Lucas Glover (ganador del último Open de EEUU), y el irlandés Paddraigh Harringhton, que hizo la maravilla de la semana. "Es uno de los mejores golpes que he visto en mi vida", le reconoció Tiger. Paddy lanzó con una madera tres desde un búnker para cubrir más de 270 metros y dejar la bola a escaso metro de la bandera.

Tiger no da carrete a nadie. Lo tenía en mente desde hace tiempo. Por eso disputó los dos últimos torneos -algo muy raro en el él, porque con el US PGA suma tres semanas consecutivas de competición y eso no lo hacía desde 2006- y, de paso, los ganó ( National y el Bridgestone Invitational). Le queda menos para coronarse en el US PGA, su primer grande del año. De momento, le funcionan las matemáticas. No así Sergio García, que no pasó el corte. Quirós, Castaño y Jiménez sí que lo hicieron y jugarán el fin de semana.

Clasificación provisional (el tercer recorrido fue de madrugada): 1. T. Woods (EE UU) (tras el hoyo 4), -7. 2. L. Glover (EE UU) (5). Y. E. Yang (Corea Sur) (9). L. Westwood (Ing) (7) -4. 5.

Á. Quirós (17), H. Stenson (Sue) (11). R. McIlroy (N. Irl) (11), P. Harringhton (Irl). V. Singh (Fiji) (5) -3. 41. M. A. Jiménez. +3. 50. G. Fernández-Castaño. +4.

Woods examina el green del hoyo 8, el viernes pasado.EFE

"Vijay no comete errores"

El fijiano Vijay Singh llevaba dos temporadas sin brillar. Como todo golfista -a excepción de Tiger- pegó un bajón notorio en su carrera. En el US PGA, sin embargo, parece haber recobrado el tono.

Ganador de tres grandes y único jugador que logró (2003 y 2004) desbancar a Woods del liderato mundial, Vijay siempre se preocupa mucho del swing. Ahora, más delgado, con confianza en sus golpes y con un putt mejorado -lo ha entrenado este año- sigue la estela de Tiger en Hazeltine. "Sé que Vijay no va a cometer muchos errores. No los comete", aseguró Woods.

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