expediente XX

LADY PISCINA

Este verano me quedo en casa. Es tontería meterte en carretera para estar ocho días del hotel a la playa y de la playa al bufé cuando tienes tu cama, tu nevera, tus 3.000 metros de césped, tu piscina semiolímpica y tu plasma de 42 pulgadas en el salón. Por eso nos compramos el adosado, por la zona común, por las niñas. Pero luego te vas fuera y ahí se queda la piscina muerta de risa hasta que empieza al cole y se acabó lo que se daba. Este año amortizo la inversión. El problema es que los otros 49 vecinos de la urbanización han pensado lo mismo y aquí nos tienes a todos, sacándole partido al p...

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Este verano me quedo en casa. Es tontería meterte en carretera para estar ocho días del hotel a la playa y de la playa al bufé cuando tienes tu cama, tu nevera, tus 3.000 metros de césped, tu piscina semiolímpica y tu plasma de 42 pulgadas en el salón. Por eso nos compramos el adosado, por la zona común, por las niñas. Pero luego te vas fuera y ahí se queda la piscina muerta de risa hasta que empieza al cole y se acabó lo que se daba. Este año amortizo la inversión. El problema es que los otros 49 vecinos de la urbanización han pensado lo mismo y aquí nos tienes a todos, sacándole partido al patrimonio inmobiliario a base de bien. Qué ambientazo.

El desquicie de las cigarras a la hora de la siesta no es nada comparado con el concierto de mensajes en modo muy alto que se mandan los críos día y noche. A los padres no les vayas con el cuento. Los niños tienen que distraerse, te sueltan. Las tuyas son unas repipis, como la madre, se callan. Este año el presidente de la comunidad tampoco está para ruidos. No se les ve el pelo ni a él ni a su mujer. Él, el sponsor histórico -traía un DJ mulato con el logo Excavaciones Hipólito tatuado en el torso- de la fiesta de inauguración de la piscina. Ella, que dejaba bizco al personal con su colección de triquinis, toallas y pareos coordinados en riguroso animal print. La crisis les ha bajado los humos. Los mismos con que me atufan la casa las barbacoas de sardinas que montan mis vecinos noche sí y noche también. Los de la derecha han hecho panda con los de la izquierda y aquí me he quedado, en medio, recibiendo a diestro y siniestro.

El otro día las oí a ellas conspirar. Están organizando un sarao para la Virgen de agosto. Es una vieja reivindicación del sector cuarentón -ya se sabe, carpe díem, que viene el lobo- pero no tenían quórum. El 15 de agosto no quedaba un alma. Pero este año estamos todos. Así que las reinas de la competición por la niña más guapa, el marido más manitas y las petunias más lozanas han montado un concurso en toda regla. Lady Piscina Comunitaria Los Lirios Primera Fase. Se han agenciado una banda que ríete tú de la de Miss Universo. Casi me caigo de culo fisgándola por encima del seto. El aquelarre ha terminado con un "habrá que decírselo a la sociópata". Serán víboras. Se van a enterar. Pienso presentarme. Que no me guste hacer piña no significa que no haga la dieta de la ídem, que no me tueste en mis 20 metros de parcela particular, y que no me bata viva en el VibroPower que me he comprado con lo que me he ahorrado de hotel. Que se preparen. La banda es mía.

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