Crónica:Mundiales de Roma

Las tribulaciones de Melquíades

El español, eliminado en 200m braza por dar una patada de mariposa

Por primera vez en muchos años, España empieza a tener suficientes nadadores para formar un relevo masculino de 4x100 metros estilos decente. Esta prueba, que sirve para medir el estado de la natación en un país, se nadará el próximo domingo. Será la última carrera de los Mundiales. En escena estarán los cuatro mejores especialistas nacionales en cada estilo. Aschwin Wildeboer, en espalda; Rafa Muñoz, en mariposa; Melquíades Álvarez, en braza, y José Antonio Alonso, en libre. Con la excepción de José Antonio Alonso, que ni siquiera tiene el récord nacional de 100 libre, el cuarteto ofrece gara...

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Por primera vez en muchos años, España empieza a tener suficientes nadadores para formar un relevo masculino de 4x100 metros estilos decente. Esta prueba, que sirve para medir el estado de la natación en un país, se nadará el próximo domingo. Será la última carrera de los Mundiales. En escena estarán los cuatro mejores especialistas nacionales en cada estilo. Aschwin Wildeboer, en espalda; Rafa Muñoz, en mariposa; Melquíades Álvarez, en braza, y José Antonio Alonso, en libre. Con la excepción de José Antonio Alonso, que ni siquiera tiene el récord nacional de 100 libre, el cuarteto ofrece garantías de calidad. Otra cosa es la fiabilidad. El caso de Melquíades es singularísimo.

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A sus 20 años, es uno de los talentos más llamativos de la natación española. El ex seleccionador, el italiano Mauricio Coconi, le observaba como un extraño nadador de provincias. Nacido en Alcalá de Guadaira (Sevilla), se había trasladado a Málaga, al Centro de Alto Rendimiento de Cerrado Calderón, para perfeccionarse. Vivía en un colegio mayor y de aquella etapa conserva un grato recuerdo de la serpiente que tenía en su cuarto y a la que alimentaba puntualmente con ratones vivos.

Coconi le consideraba una apuesta de futuro. Con esa idea lo llevó a los Juegos de Pekín. Para que aprendiera. Para que, llegado el momento de las grandes exigencias, no entrara en pánico como suele suceder con muchos nadadores. El primer día de competición en Roma, sin embargo, Melquíades no supo cómo ponerse el bañador Jaked. Tuvo tantas dificultades que acabaron llevándolo a un hospital para que le curaran las abrasiones que se había hecho en los dedos tirando de la goma. Naturalmente, no pasó de las series de 100 braza. Tiene el récord español, 1m 0,45s. Pero en Roma llegó siete segundos más tarde.

Ayer, en las series de 200, iba camino de batir otro récord nacional, pero los jueces le descalificaron por dar una patada de mariposa al salir de un viraje. Un error de principiante. Melquíades no se enteró. Llegó feliz al vestuario cuando sintió que le tocaban el hombro. "Te han descalificado", le dijeron. "¿Qué? ¡Pues ya van a ver!", exclamó, insinuando vagas amenazas a funcionarios y autoridades.

Melquíades Álvarez.EFE

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