La alcaldesa de Villena cede a la presión campista

Los ediles díscolos vuelven al grupo con sus competencias

La revuelta de los ediles del sector campista del PP en Villena contra la alcaldesa, Celia Lledó, afín al bando ripollista, apenas ha durado 24 horas. La regidora sofocó a primeras horas de la mañana de ayer la rebelión a cambio de plegarse a sus exigencias, es decir, devolver las competencias a los concejales críticos y, en contrapartida, éstos se comprometieron a mantener la disciplina de voto. El trato que selló la paz entre los dos bandos luego de varios meses de pugna se explicitó en sendos plenos celebrados ayer: los 12 ediles del Grupo Popular votaron en el mismo sentido.

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La revuelta de los ediles del sector campista del PP en Villena contra la alcaldesa, Celia Lledó, afín al bando ripollista, apenas ha durado 24 horas. La regidora sofocó a primeras horas de la mañana de ayer la rebelión a cambio de plegarse a sus exigencias, es decir, devolver las competencias a los concejales críticos y, en contrapartida, éstos se comprometieron a mantener la disciplina de voto. El trato que selló la paz entre los dos bandos luego de varios meses de pugna se explicitó en sendos plenos celebrados ayer: los 12 ediles del Grupo Popular votaron en el mismo sentido.

La tensión interna en el Grupo Popular de Villena alcanzó su punto álgido la mañana del miércoles, cuando cinco concejales campistas (Virtudes Amorós, Juan Carlos Pedrosa, Mari Paz Poveda, Juan Richarte y Adela Serra) presentaron un escrito en el registro municipal solicitando su pase al Grupo de No Adscritos. La iniciativa coincidió con la presencia en la ciudad del número dos del PP Valenciano, Ricardo Costa, para, paradójicamente, expresar el respaldo de la dirección regional del partido a la alcaldesa Lledó.

La posible escisión del Grupo Popular dejaba en minoría a la regidora Lledó. Ante esta evidencia y una hipotética moción de censura, Lledó inició los contactos con los ediles campistas en un intento de que dieran marcha atrás. El acuerdo llegó a primeras horas de la mañana de ayer, cuando los concejales díscolos arrancaron a la alcaldesa el compromiso de que antes del pleno de las 13 horas firmara el decreto para devolver a los represaliados sus competencias en el seno de la junta de gobierno municipal.

Lledó firmó el decreto y las aguas volvieron a su cauce. Ninguno de los bandos enfrentados hasta ahora accedió a comentar el acuerdo y se remitieron a un comunicado oficial. La nota recoge que los ediles díscolos vuelven a la disciplina del Grupo Popular a cambio de recuperar sus competencias.

La alcaldesa señaló que el acuerdo garantiza la gobernabilidad en el municipio en lo que resta de mandato, "al menos esa es la intención", precisó. El presidente provincial del PP de Alicante, José Joaquín Ripoll, se expresó en el mismo sentido: "Espero que con este paso se cierre definitivamente el conflicto y se restablezca el buen clima en el Grupo Popular de Villena", dijo. Ripoll resaltó la "generosidad" de la alcaldesa para zanjar la crisis. "Lo que ha pedido es nada, y lo que ha dado es mucho, pese a que en estos tiempos se le ha afeado su conducta y se le ha votado en contra en un pleno y en una comisión", explicó. Mientras, Ricardo Costa subrayó que "lo primero es la estabilidad de una institución y del gobierno de Villena".

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