Necrológica:'IN MEMÓRIAM'

Javier Mas, un recorrido por todos los escenarios

Aunque aparezca en obituarios, esto es una reivindicación como las que siempre apoyó Javier Mas como actor, como sindicalista, como ciudadano, y como tal reivindicación empieza con una pregunta: ¿por qué?

Como tantos de nosotros, actores, trabajadores, Javier pasó por todos los escenarios, con ese empeño y dedicación que le caracterizaba: teatro, cine, televisión... Y el público seguramente reconocería su cara en anuncios publicitarios, esa especie de tabla de salvación circunstancial que, además de una ayuda económica de supervivencia, permanece como asignatura pendiente de regulación ...

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Aunque aparezca en obituarios, esto es una reivindicación como las que siempre apoyó Javier Mas como actor, como sindicalista, como ciudadano, y como tal reivindicación empieza con una pregunta: ¿por qué?

Como tantos de nosotros, actores, trabajadores, Javier pasó por todos los escenarios, con ese empeño y dedicación que le caracterizaba: teatro, cine, televisión... Y el público seguramente reconocería su cara en anuncios publicitarios, esa especie de tabla de salvación circunstancial que, además de una ayuda económica de supervivencia, permanece como asignatura pendiente de regulación para quienes trabajamos a diario al frente de un sindicato de actores. Como el propio Mas, que desde los principios de la Unión de Actores trabajó con nosotros ejerciendo distintas responsabilidades, y en algún momento, la dirección de nuestra revista Actores.

Como tantos de nosotros, Javier, entre profesión y familia, ha pasado de los momentos de satisfacción por tener trabajo a los de honda depresión por no conciliar esas dos razones de vida, para quien cree en lo que hace y lucha por mantener a quienes quiere. Pero Javier tenía otra pasión, el fútbol. Concretamente me refiero a jugarlo siempre que podía. Recuerdo la dedicación con que se entregaba como defensa en aquel equipo de la Unión de Actores que tantas satisfacciones nos brindó en aquellos torneos nocturnos de fútbol sala con equipos de los teatros madrileños. Entonces, siendo yo su entrenador, le aconsejé que no era necesario que entrara tan fuerte en la recuperación de un balón frente a un adversario. Que de la manera que hacía estaba poniendo en peligro su propia integridad física. Me contestó: "Yo no puedo jugar de otra manera, de frente, con toda la entrega que pueda". Así también acometía su trabajo como actor, de frente, con honestidad, exponiéndose al riesgo. Y en eso sí que dejaba de ser como tantos de nosotros, para ser él mismo, Javi Mas, fuerte de contextura física y de integridad moral.

Sabemos que esta fortaleza que hablamos no impide la enfermedad física, como la dolencia que se lo llevó el día 21 a los 49 años, cuando le quedaba tanto para jugar como actor, como futbolista aficionado, como ser humano. Ni tampoco blinda contra los dolores no físicos, del alma o el espíritu. Porque esa fortaleza no es una armadura de protección sino una actitud de vida honesta que más de una vez se encontró con una negativa. Esa que no le permitía conciliar profesión, familia, fútbol, como había querido de una manera normal, sencilla y con cierta ingenuidad, como el chico-grande que era.

Apoyado en tu propia honestidad reivindicativa, con profundo dolor, vuelvo a preguntar: ¿por qué?

Jorge Bosso es secretario general de la Unión de Actores.

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