Alguersuari entra en la vorágine

La vida de Jaume Alguersuari dio un vuelco de un día para otro. Era el piloto más destacado del Red Bull Junior Team y estaba compitiendo en las World Series by Renault cuando recibió la llamada del hombre que decide el destino de los chicos que forman parte de este programa. Helmunt Marko, un ex piloto de F-1 que debió abandonar porque una piedra golpeó su casco durante una carrera y le afectó a la vista, no se anda por las ramas. Y cuando le dijo a Alguersuari que era el elegido para convertirse en el sustituto de Sebastien Bourdais en la élite del automovilismo, el piloto de 19 años supo qu...

La vida de Jaume Alguersuari dio un vuelco de un día para otro. Era el piloto más destacado del Red Bull Junior Team y estaba compitiendo en las World Series by Renault cuando recibió la llamada del hombre que decide el destino de los chicos que forman parte de este programa. Helmunt Marko, un ex piloto de F-1 que debió abandonar porque una piedra golpeó su casco durante una carrera y le afectó a la vista, no se anda por las ramas. Y cuando le dijo a Alguersuari que era el elegido para convertirse en el sustituto de Sebastien Bourdais en la élite del automovilismo, el piloto de 19 años supo que iba muy en serio. Comenzó a incorporarse al equipo en Barcelona y fue nombrado tercer piloto de Toro Rosso justo antes del Gran Premio de Alemania. Pero no fue realmente hasta ayer, antes de su debut en Hungría este fin de semana, cuando descubrió la vorágine de la F-1.

"Llevo ya más de cuatro conferencias de prensa y mi jornada está resultando realmente ajetreada", señaló el piloto. Se levantó a las 4.45 en Faenza (Italia) y le recogieron a las 5.30 en la puerta de su hotel para viajar a Budapest. Llegó al circuito alrededor de las 9.40. Y allí comenzó todo: reuniones con los ingenieros, tests de salir del coche en menos de 10 segundos -lo hizo en nueve-, de reflejos y coordinación, comida, conferencia de prensa junto a Raikkonen, Webber y Kubica, en inglés y español, vuelta andando al circuito, más reuniones con los ingenieros...

Todo ello, muy distinto de lo que había vivido hasta ahora. Hace cuatro años que llegó al programa de pilotos júnior de Red Bull. De los 114 pilotos que pasaron por él desde que se creó en 2000, sólo cuatro han conseguido permanecer cuatro años: Sebastian Vettel (consagrado ya en Red Bull), Sebastien Buemi (Toro Rosso), Brendon Hartley (World Series y F-3 Euroseries) y Jaume Alguersuari. Algunos, como Klien, Speed y Liuzzi, llegaron a la F-1 y no lograron triunfar. La mayoría se quedaron en el camino y fueron despedidos sin contemplaciones.

La elección de Alguersuari se produjo en octubre de 2005 en el circuito de Estoril. Aquel fin de semana se realizó allí la selección de los pilotos para el programa de 2006 del Red Bull Junior Team y Alguersuari no estaba convocado. Se encontraba en el circuito portugués porque coincidían allí las World Series, así que el domingo volvió a Barcelona, pero el lunes recibió una llamada urgente: había una baja, podía hacer la prueba. "Lo que más se valora en los pilotos son las victorias", explica Franz Tost, director de Toro Rosso; "sólo buscamos a pilotos que pueden llegar a la F-1". Alguersuari cumplió. Realizó una tanda de 13 vueltas y fue el más rápido. Y firmó allí mismo el contrato que le suponía una financiación completa. Otros 20 pilotos fueron rechazados. "Aquello supuso un apoyo realmente importante, porque nos permitió estar en los mejores equipos en todas las categorías", cuenta su padre, Jaime.

Alguersuari eligió la F-Renault 2.0 y comenzó a acaparar récords: el más joven en ganar una carrera (Vallelunga), con 16 años, y en subir al podio en la Eurocup. Después pasó a la F-3 británica y fue el más joven campeón de la historia, con 18 años. "Todo aquello influyó en su elección para la F-1", cuenta Tost; "entre los más destacados, era el más maduro y el que más talento tenía. No hubo discusión. Su futuro está en sus piernas, en su cabeza y en sus manos. Sólo depende de él".