El fuego de Almería se estabiliza tras arrasar 4.000 hectáreas

El fuego que desde la tarde del martes sufre Sierra Cabrera, en Almería, ha arrasado ya más de 4.000 hectáreas de matorral y monte bajo. Los peores momentos se vivieron la noche del martes, cuando unos 500 vecinos se vieron obligados a abandonar sus casas ante el avance de las llamas, que en algunos casos se quedaron a escasos metros de las viviendas. Más de 600 personas participaron ayer en las tareas de extinción, que se vieron dificultadas por el viento y la enorme humareda. Al cierre de esta edición el fuego, que se originó por un rayo, estaba estabilizado y los técnicos confiaban en contr...

El fuego que desde la tarde del martes sufre Sierra Cabrera, en Almería, ha arrasado ya más de 4.000 hectáreas de matorral y monte bajo. Los peores momentos se vivieron la noche del martes, cuando unos 500 vecinos se vieron obligados a abandonar sus casas ante el avance de las llamas, que en algunos casos se quedaron a escasos metros de las viviendas. Más de 600 personas participaron ayer en las tareas de extinción, que se vieron dificultadas por el viento y la enorme humareda. Al cierre de esta edición el fuego, que se originó por un rayo, estaba estabilizado y los técnicos confiaban en controlar los "puntos calientes" de riesgo.

Poco antes de las 14.00 de ayer, un funcionario del Ayuntamiento de Turre anunciaba por la megafonía instalada en el Consistorio que todos los vecinos de la urbanización Cortijo Grande podían regresar a sus viviendas. Esta urbanización, como otras muchas del levante almeriense, está compuesta casi exclusivamente por residentes británicos que tienen en Almería su segunda vivienda.

Castillo asegura que el dispositivo contra el fuego funcionó a la "perfección"

El paisaje tras el incendio dejaba claro lo cerca que estuvo el peligro: casas de una pieza y a tan sólo un metro de distancia de la estampa carbonizada dejada por las llamas. La rapidez de la evacuación dejó impresionada a Julie Peel, que salió hacia Turre junto a su hijo de 29 años de la casa en la que vive de alquiler. "Todo el mundo en Turre ayudaba a todo el mundo. Británicos y españoles. Fue muy emotivo. Hubo mucha solidaridad. Y también era imponente ver los helicópteros cargados de agua cómo se balanceaban con el viento. Nos cayó, literalmente, una lluvia de ceniza y las llamas a veces parecían auténticos volcanes agitadas por el viento", explicó Peel.

Un microbús trasladó a los residentes desalojados en Turre al centro de actividades múltiples de Mojácar. Allí fue donde se habilitó un campamento de emergencia por parte de la Cruz Roja para albergar hasta a 400 personas. Finalmente sólo 26 vecinos decidieron pernoctar allí. El resto se acomodó en casas de familiares, amigos y conocidos.

La zona que ha sido pasto de las llamas está catalogada como Lugar de Interés Comunitario (LIC) y Zona de Especial Protección de Aves (ZEPA). El valor ecológico reside en la diversidad del monte y en unas encinas muy antiguas que hay en la zona. Esta comarca sirve de "indicador" del cambio climático en el Mediterráneo, explicó el portavoz de Ecologistas en Acción en la zona del Levante almeriense, Martín Berbel. Especies como el lagarto ocelado, la tortuga mora o los galápagos han podido verse afectadas junto al matorral que ha ardido.

Al dispositivo activado para extinguir en incendio originado se sumó en la tarde del martes la Unidad Militar de Emergencias con base en Morón (Sevilla). El Infoca mantiene desplegados un total de 15 retenes. La consejera de Medio Ambiente, Cinta Castillo, se desplazó hasta Turre, donde destacó el "funcionamiento a la perfección" del dispositivo antiincendios de la Administración.

El martes hubo otros cuatro incendios en Almería ( Roquetas de Mar, Bédar, Vélez Blanco y Sorbas), que fueron sofocados en pocas horas.